Depok, crece la intolerancia en la ciudad 'solo para musulmanes'
Ubicada a solo 20 kilómetros de Yakarta, sus autoridades la están haciendo crecer como centro fundamentalista. Ismail hasani (Instituto Setara): “Solo la sociedad civil puede ayudarla a transformarse en una ciudad abierta al pluralismo”.
Yakarta (AsiaNews) - Según una nueva investigación del Intolerant City Index (IKT), la ciudad de Depok - con 2,5 millones de habitantes a sólo 20 kilómetros de Yakarta - es una de las 10 ciudades más intolerantes del país. Algunos de los factores clave son las políticas hacia los habitantes no musulmanes y los problemas de la vida comunitaria.
Los resultados obtenidos - en base a los datos recopilados por la Oficina de Estadística de Indonesia (BPS) y en informes de los principales medios de comunicación y la Comisión Nacional de Derechos de la Mujer (Komnas Perempuan), son motivo de preocupación, en particular para Ismail Hasani, director ejecutivo de Instituto Setara.
El enfoque de la planificación urbana y los incidentes discriminatorios contribuyeron a este resultado en la ciudad indonesia de la provincia de Java Occidental. Depok ha adoptado una serie de normas que de hecho impiden que los no musulmanes vivan en la ciudad, generando problemas de intolerancia. “A menudo ocurre -reflexiona el director del instituto de investigación- que, sin motivo alguno, se cerraron algunas casas de oración, entre ellas incluso una mezquita”. "En cualquier área pública como el complejo residencial, la atmósfera islámica es cada vez más intensa".
Hasani considera que estas decisiones responden al plan de las autoridades políticas. Así lo confirma Harminto, quien vive en la ciudad desde 1980, y explicó a AsiaNews las raíces de estas operaciones fundamentalistas. “La mayoría de los funcionarios del gobierno pertenecen a la agrupación intransigente 'Justice and Prosperous Party' (PKS) de línea dura, una maquinaria política fundamentalista. El objetivo de los políticos locales es diseñar la ciudad como 'Centro Islámico de Depok'. Las autoridades musulmanas de la ciudad se han propuesto desarrollar el 'buen carácter' de sus habitantes para competir mejor y con éxito en el mercado laboral y obtener oportunidades de negocios”.
Para la mayoría de los indonesios la religión no tiene nada que ver con el desarrollo de las capacidades humanas. Sin embargo, entre los habitantes de Depok hay quienes afirman que las medidas de las autoridades son legítimas. "Solo la sociedad civil - concluye Hasani - puede ayudar a Depok a convertirse en una ciudad tolerante".
17/12/2016 13:14
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