Denuncian que hay millones de paquistaníes en situación de esclavitud
El fenómeno se debe a la explotación del trabajo por deudas y ha sido documentado por la Agencia de Asilo de la Unión Europea. En un año han llegado a la UE más de 28.000 solicitudes de protección internacional, y 34.000 todavía están pendientes. El informe destaca el deterioro de la democracia y el aumento de la violencia, especialmente en Khyber Pakhtunkwa y Baluchistán.
Islamabad (AsiaNews) – Pakistán es uno de los países más vulnerables a las formas de esclavitud moderna, que - se calcula - afecta entre 3 y 4,5 millones de personas, dice un informe que publicó ayer la Agencia de Asilo de la Unión Europea, creada en 2022 para prestar asistencia con los procedimientos de acogida a las autoridades nacionales de los países miembros.
Por primera vez la UE ha elaborado un informe sobre Pakistán, según el cual en un año, de octubre de 2023 a octubre de 2024, se recibieron 28 mil solicitudes de protección internacional, la mayoría en Italia, seguida de Francia, Grecia y Alemania. Sólo al 12% de los solicitantes se les ha concedido el estatus de refugiado (aquellos perseguidos por razones de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un determinado grupo social u opinión política) o alternativamente la protección subsidiaria (reconocida a aquellos que no poseen los requisitos para ser reconocidos como refugiado pero respecto del cual hay razones fundadas para creer que, si regresan a su país de origen, correrían el riesgo de ser torturados, condenados a muerte o encontrarse en situaciones de violencia debido a un conflicto). Y a finales de octubre todavía había 34.000 decisiones pendientes en primera instancia.
Las condiciones sociopolíticas en las que se encuentra Pakistán es lo que obliga a las personas a abandonar el país. Se estima que al menos 2,4 millones de personas se ven obligadas a realizar trabajos o a contraer matrimonios forzados. La forma más común de esclavitud moderna es la relacionada con el trabajo por deudas. Sólo en la provincia de Sindh, se estima que alrededor de 600.000 personas, en su mayoría cristianos y dalits hindúes (continuamente afectados también por el uso indebido de la ley sobre la blasfemia), se ven obligadas a realizar trabajos forzados, mientras que en todo el país alrededor de 700.000 niños son sometidos a trabajos forzados en los hornos de ladrillos. Sobre un total de 3 a 4,5 millones de personas en situación de esclavitud.
El sistema de explotación se basa en la práctica tradicional de conceder un préstamo a un trabajador, llamado "Peshgi" o "Begar". Pero en realidad el reembolso es virtualmente imposible debido a las altas tasas de interés y las prácticas de explotación de los acreedores-empleadores. Según varias investigaciones, además, el fenómeno de la trata de personas se ha visto agravado por los cambios climáticos, sobre todo las inundaciones, que han aumentado las tasas de pobreza, desplazamiento e inseguridad alimentaria.
El país - sigue diciendo el informe - es incapaz de implementar las normativas que deberían proteger a los sujetos vulnerables debido al creciente debilitamiento de la democracia. La corrupción generalizada y la complicidad de los funcionarios públicos en los delitos de trata han obstaculizado la acción de las fuerzas del orden y creado una cultura de impunidad. Entre las minorías perseguidas también se encuentran los migrantes afganos - cerca de 3 millones -. Además, en septiembre del año pasado se lanzó un programa de repatriación y más de 738 mil personas fueron expulsadas del país, lo que ha dado origen a un ambiente cada vez más hostil, dice el documento de la UE.
Utilizando datos de algunos de los principales centros de investigación locales, la agencia de la Unión Europea ha documentado el aumento de la violencia, sobre todo en las provincias de Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán, donde están activos respectivamente los talibanes paquistaníes (llamados Tehrik-e Talibán Pakistán o TTP) y el Ejército de Liberación de Baluchistán (Baloch Liberation Army, BLA). El 84% de los episodios de terrorismo y de las operaciones de las fuerzas de seguridad ocurrieron en estas dos regiones. En septiembre de 2024 Baluchistán superó por primera vez a Khyber Pakhtunkhwa en número de ataques terroristas, mientras que las regiones de mayoría pastún siguen registrando el 64 por ciento de todas las víctimas de episodios violentos, cuyo número pasó de alrededor de 700 por año en 2020 a 1.800 en 2023.
Los investigadores han observado un creciente deterioro de la autoridad estatal en estas dos provincias, a pesar de que se han lanzado varias campañas antiterroristas. En octubre de este año el Tribunal Superior de Peshawar ordenó que todos los tribunales de los distritos sureños de Waziristán y Tank de Khyber Pakhtunkhwa se trasladaran a Dera Ismail Khan, tras registrarse múltiples ataques contra los jueces. El Estado Islámico también ha intensificado sus actividadesen la Provincia de Khorasan (ISKP), e incluso ha comenzado a difundir propaganda mediante el uso de inteligencia artificial, continúa el informe.
Khyber Pakhtunkhwa y Baluchistán son asimismo las provincias donde se registra el mayor número de desapariciones forzadas, que el gobierno utiliza como instrumento de supresión política contra las voces críticas: periodistas, defensores de derechos humanos y miembros de minorías. Según el Comité de las Naciones Unidas para la Eliminación de la Discriminación Racial, en los últimos meses se han presentado más de 10.000 denuncias de desapariciones forzadas en todo Pakistán.
Continúa, además, una fuerte incertidumbre política. El encarcelamiento del ex primer ministro Imran Khan y la represión contra su partido, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), han provocado protestas en todo el país, generando nuevos tumultos políticos. A nivel económico tampoco ha habido ninguna mejora: las tasas de pobreza, inflación y desempleo han seguido aumentando y las medidas de austeridad impuestas por el Fondo Monetario Internacional como garantía para obtener préstamos económicos no han aliviado las dificultades financieras de la población paquistaní.
29/08/2020 11:22