Delhi y Daca discuten mientras 81 rohingya están a la deriva en el Mar de Andaman

El barco con 81 refugiados fue auxiliado por la guardia costera de Nueva Delhi, pero no permite que atraque y quiere enviarlo de regreso a Bangladés, de donde partió. Ministro de Relaciones Exteriores de Daca: "No tenemos ninguna obligación". Ya hay ocho muertos a bordo.

Nueva Delhi (AsiaNews / Agencias) - La suerte de un grupo de refugiados rohingya que desde hace dos semanas se encuentra a la deriva a bordo de un barco de pesca averiado en el mar de Andaman ha desencadenado un enfrentamiento diplomático entre India y Bangladés. Tras reiterados pedidos de ayuda, la guardia costera india intervino ayer para socorrer la embarcación, que se encuentra a unos 140 kilómetros de la costa india. El pesquero partió el 11 de febrero de Cox's Bazar - una zona del sur de Bangladés donde se encuentran los campamentos de rohingya - con 56 mujeres, 8 niñas, 21 hombres y 5 niños a bordo. Se dirigían a Malasia, donde los traficantes afirman que pueden encontrarles trabajo. Pero cuatro días después los motores fallaron y el barco quedó a la deriva. Ya murieron ocho personas a bordo.

La guardia costera india les suministró agua y alimentos y se dispone a reparar la avería, pero no tiene la intención de permitir que los refugiados atraquen en sus costas. El gobierno pretende que vuelvan a Bangladés, el país del cual partieron. India nunca ha firmado la Convención de las Naciones Unidas sobre los Refugiados de 1951, que establece la obligación de asistencia y protección, aunque actualmente acoge a más de 200.000 refugiados, entre ellos algunos rohingya.

El pedido de Nueva Delhi fue devuelto al remitente por el ministro de Relaciones Exteriores de Daca, A.K. Abdul Momen. “No son ciudadanos de Bangladés - dijo a la agencia de noticias Reuters - son ciudadanos de Myanmar. Fueron rescatados a 1.700 kilómetros de las aguas territoriales de Bangladés y, por lo tanto, no tenemos ninguna obligación de recibirlos. ¿Acaso tenemos la responsabilidad global de acoger y rehabilitar a todos los rohingya o a todos los boat people del mundo?”. Hay más de un millón de refugiados rohingya que viven en campamentos en Bangladés, entre ellos decenas de miles que huyeron de Myanmar después de la represión militar de 2017.

La nueva crisis se produce pocos días después de la decisión de Malasia de enviar de regreso a Myanmar a un grupo de 1.086 refugiados, en su mayoría pertenecientes a minorías étnicas, a pesar del pedido de la ONU de verificar la presencia de refugiados políticos y solicitantes de asilo.