Delhi reactiva la aplicación china Shein (pero con proveedores indios)

Mientras TikTok fue inicialmente prohibido en Estados Unidos y después se restableció, en la India, tras una prohibición de cinco años, la aplicación de moda rápida de Shein ha regresado a las tiendas digitales. Sin embargo, el ministro de Comercio anunció que ahora las prendas se producirán en la India. Pero ni las empresas indias ni las estadounidenses han podido crear sustitutos válidos para las aplicaciones chinas.

Nueva Delhi (AsiaNews/Agencias) – Mientras Estados Unidos todavía no ha decidido si prohibirá TikTok, en la India, después de cinco años, la aplicación china Shein está nuevamente en línea. La plataforma de moda rápida ha firmado un acuerdo con Reliance Retail, dijo una fuente anónima a la BBC. El ministro de Comercio e Industria de la India, Piyush Goyal, explicó que el restablecimiento de la aplicación había sido posible imponiendo una serie de condiciones a Beijing, entre ellas que los datos de los usuarios se almacenen y mantengan en la India. Además, según el acuerdo alcanzado, los fabricantes indios suministrarán los productos que luego se venderán con la marca Shein. En las tiendas, el nombre de la aplicación, que vende ropa a partir de unos pocos euros, ha pasado a ser "SHEIN India Fast Fashion".

Delhi había prohibido Shein junto con TikTok (que en ese momento tenía 200 millones de usuarios) y docenas de otras aplicaciones chinas en 2020, como consecuencia de un enfrentamiento entre los ejércitos de ambos países en Ladakh, en la frontera conocida como Línea de Control Actual (LAC). El estancamiento militar se resolvió en octubre del año pasado gracias a una intensa actividad diplomática. Ya en 2023 Reliance Retail, propiedad de Mukesh Ambani, uno de los hombres más ricos de la India junto con Guatam Adani, había firmado un acuerdo con Roadget Business, la empresa con sede en Singapur propietaria de Shein, para desarrollar una plataforma de comercio electrónico india.

Los funcionarios indios habían acusado de espionaje a las aplicaciones chinas y denunciaron que “robaban y transmitían clandestinamente los datos de los usuarios”. Con el tiempo, el vacío que dejaron las aplicaciones chinas fue llenado por plataformas indias (aunque los productos de Shein todavía se podían comprar en otros sitios web). Incluso el popular juego de lucha PlayerUnknown's Battleground, por ejemplo, fue relanzado como Battlegrounds Mobile India, propiedad de Krafton India.

En los últimos años la administración del primer ministro Narendra Modi ha llevado adelante la campaña “Atmanirbhar Bharat” para crear productos informáticos locales. La prohibición de TikTok, junto con otras aplicaciones chinas como WeChat y UC Browser, se consideraba parte de un esfuerzo estratégico para proteger la soberanía digital de la India y reducir al mínimo la dependencia de empresas tecnológicas extranjeras, especialmente las chinas. Sin embargo, las app indias nunca consiguieron alcanzar la misma popularidad que TikTok.

Las aplicaciones chinas, entre ellas Xiaohongshu, en la que millones de usuarios estadounidenses se "refugiaron" tras el anuncio de la prohibición de TikTok en Estados Unidos (que luego fue revocada), pueden ofrecer contenidos sumamente específicos y mezclar actividades de venta en línea con una avalancha de contenidos de vídeo. De esta manera, las actividades de e-commerce están estrechamente integradas con la función de contenidos. Todas las principales plataformas sociales chinas tienen un componente para compras on line, que en la jerga se denomina “shoppertainment” o “social commerce”. Xiaohongshu, lanzada en 2013, se cree que ha generado un beneficio neto de 500 millones de dólares en 10 años, según los expertos.

Las redes sociales occidentales, en cambio, todavía se basan en un modelo de ingresos que depende de la publicidad, un sistema que está demostrando ser menos rentable. Algunos comentaristas consideran que si TikTok no estuviera prohibido, la aplicación china podría rivalizar con Amazon. El cambio de postura de la administración Trump tras prohibir la aplicación en Estados Unidos sería, según los observadores, una forma de ganar tiempo para encontrar una solución a largo plazo con su homóloga china.