Delhi, la comunidad Santvana redobla la labor misionera entre los laicos
Mons. Anil Couto reconoció oficialmente dos nuevas realidades: los hermanos y las hermanas misioneras Santvana. Comienzan a funcionar los seminarios de formación para los primeros grupos, con contenidos del todo similares a los del noviciado de los religiosos. La principal tarea es el anuncio del Evangelio entre las personas que no son cristianas. Las iniciativas incluyen cursos de formación y escolarización en las áreas rurales.
Delhi (AsiaNews) - “Nuestra intención es vivir la misión siguiendo el espíritu del Evangelio y hacer que nuestros niños crezcan en este mismo contexto misionero que nosotros, como padres, estamos viviendo en primera persona”. En diálogo con AsiaNews, son las palabras de Francis y Julia Prince, una pareja india que tiene cuatro hijos. Ellos participan de la comunidad Santvana, cuyos miembros dedican su vida y sus votos al anuncio del Evangelio entre las personas que no son cristianas. Viven en una parroquia de la diócesis de Gwalior, en el Estado indio del Uttar Pradesh, y colaboran con el centro de peregrinación local.
Al igual que otros miembros de la comunidad misionera laica Santvana (Consolación) (http://www.santvana.org/), los cónyuges también prestan su servicio en las diócesis de Delhi y Meerut: “Mi esposa y yo completamos los cuatro años de formación teológica, antes de comenzar la misión”, y ahora la dedicación de nuestra vida a este fin es “exclusiva”. Junto a estas familias que viven permanente y exclusivamente en las comunidades y parroquias, también hay laicos que han adherido a la “alianza comunitaria”, y continúan con su vida familiar habitual o en sus lugares de origen, pero prometen adherir rigurosamente a los valores del Evangelio y a los principios de la comunidad.
Santvana es un ambiente en continuo crecimiento, como confirma el reconocimiento que el arzobispo de Delhi, mons. Ani Couto, ha otorgado a dos nuevas realidades evangelizadoras: los hermanos misioneros Santvana y las hermanas misioneras Santvana, ambas creadas el 22 de agosto pasado por el padre Dheeraj Sabu. El prelado inauguró el programa de estudios intensivo - que no difiere en nada del de un noviciado para religiosos - para el primer grupo de mujeres, cuya guía ha sido confiada a sor Divya Thomas. Para los hombres, el curso de formación comenzará en el mes de octubre, y estará a cargo del mismo padre Dheeraj, con la colaboración del padre Denny George.
La comunidad misionera fue fundada por el Pbro. Dheeraj Sabu en 1989, con el objetivo de anunciar el Evangelio a la humanidad. Su ministerio está enfocado fundamentalmente en la India. Las principales tareas que llevan adelante son la proclamación del Evangelio, la adoración eucarística y brindar a los fieles el bagaje misionero para que algún día, ellos puedan convertirse, a su vez, en misioneros. La experiencia se caracteriza por dos dimensiones comunitarias: la “vida comunitaria”, que comprende a las familias que viven en todo y a tiempo completo la experiencia del movimiento; a éstas se suman los miembros de la “alianza”, que abarca a individuos y familias que viven un pacto de amor y espiritualidad a distancia (Prem-Marg).
La adoración perpetua y la oración de intercesión por la misión son algunos de los momentos más significativos de la vida de sus miembros. Además, participan de la campaña “Rise India”, organizan peregrinaciones, cursos de formación, retiros espirituales y programas de orientación espiritual. Unos de los motivos que ha inspirado la misión es restituir la dignidad humana a las personas más desafortunadas y marginadas, una tarea durísima en una nación con más de mil millones de personas, fundada sobre la lógica de las castas y con profundas desigualdades en el seno de la sociedad. Entre las actividades del último período se cuentan los cursos de formación profesional, escolarización y de iniciación en la misión, en los que han participado más de 500 mujeres y niños de las áreas rurales.
(Colaboró en esta nota el padre Dheeraj Sabu)