De subterráneo a oficial: toma posesión el obispo de Lanzhou, Mons. Han Zhihai
Representantes del gobierno afirman que el paso de subterráneo a oficial es fruto de negociaciones entabladas con el Vaticano. Durante la ceremonia se llevó a cabo la lectura de la “carta de aprobación” del Consejo de Obispos y el juramento “patriótico” del candidato. Mons. Han Zhihai es un “manager inteligente”. El 16 de noviembre habrá otra toma de posesión oficial, en Handan.
Lanzhou (AsiaNews) - Mons. Giuseppe Han Zhihai, hasta ahora obispo reconocido por la Santa Sede pero no por el gobierno, hoy tomó posesión de la sede obispal de Lanzhou (Gansu) de manera oficial. Su toma de posesión se llevó a cabo en la catedral de la ciudad, dedicada al Sagrado Corazón. La ceremonia estuvo presidida por Mons. Juan Bautista Yang Xiaoting, de Yanan, vice-presidente del Consejo de Obispos chinos, que luego pasó al mismo Mons. Han Zihai el rol de presidir la misa. Concelebraron Mons. Han Jide, de Pingliang, y el Pbro. Zhao Jianzhang, administrador apostólico de Tianshui.
Todos los obispos presentes en la ceremonia tienen la aprobación de la Santa Sede; el Pbro. Zhao, a pesar de haber sido nombrado por el Vaticano como obispo coadjutor de Tianshui en 2011, no está aprobado por el gobierno chino. Lanzhou, Pingliang y Tianshui son las diócesis de Gansu; Yanan es una diócesis del Shaanxi, una provincia vecina.
En la ceremonia (foto 1) participaron cerca de 50 sacerdotes de la diócesis local y de aquellas cercanas, además de 350 monjas y fieles, a los que se sumaron representantes de gobierno del área de asuntos religiosos y del departamento del Frente Unido de cada distrito de la diócesis de Lanzhou. Fueron desplegados agentes de policía de la Seguridad Pública que vigilaron los alrededores de la iglesia.
Una fuente eclesial refiere que 12 de los 38 sacerdotes de la diócesis no participaron de la ceremonia; la mayoría de los curas provenía de las diócesis cercanas. De las tres congregaciones religiosas femeninas presentes en la diócesis, sólo dos enviaron a sus monjas.
Un católico, que ha pedido permanecer en el anonimato y que conoce la situación que rige en Lanzhou, ha explicado a AsiaNews que la ceremonia de toma de posesión oficial se desarrolló con la lectura de la “carta de aprobación” del Consejo Episcopal por parte de un enviado de la Asociación Patriótica y del Consejo de Obispos, a la cual inmediatamente le siguió el juramento “patriótico” del candidato a obispo.
Con anterioridad a ello, representantes del gobierno de la Oficina de asuntos religiosos habían pedido a sacerdotes y a monjas que asistiesen a la ceremonia, afirmando que la misma era fruto de negociaciones desarrolladas con el Vaticano, razón por la cual ellos no debían albergar demasiados temores.
Mons. Han Zhihai nació en 1966. Ordenado sacerdote en 1994, fue nombrado vicario general del obispo Yang Libai (o Yang Libo). Fue consagrado en secreto en 2003, para suceder a Mons. Yang, muerto en 1998. En ese mismo año, 2003, él se volvió famoso por haber publicado una carta abierta en la cual pedía a todos los obispos de China que terminaran con la inútil división entre comunidades oficiales y subterráneas [1]. La carta fue leída durante un seminario sobre la Iglesia en China, celebrado en Bélgica.
Hasta ahora, Mons. Han no era reconocido por el gobierno. En una entrevista concedida a Vatican Insider en 2015, él dice que él mismo ha “evitado pedir el reconocimiento [del gobierno]” pero que el gobierno ya estaba dispuesto a darlo en 2010.
Según el católico entrevistado por AsiaNews, las cosas fueron distintas: hace por lo menos 10 años, Mons. Han se reunió con Antonio Liu Bainian [que fue jefe de la Asociación Patriótica durante muchos años, y a quien se lo apodaba “el Papa negro de China”, y le reveló su deseo de ser reconocido por el gobierno. Pero Liu le respondió que necesitaba tiempo para observar a Mons. Han, y desde entonces, el obispo tomó distancia de las demás comunidades subterráneas.
En efecto, hace tiempo que Mons. Han y la diócesis de Lanzhou aceptaron la gestión de la Asociación Patriótica y del Comité de asuntos de la Iglesia (los “liang hui”) de la provincia, como salta a la vista en un aviso oficial difundido a propósito de la reestructuración de párrocos de la diócesis (foto 2). El aviso inmediatamente fue retirado del sitio de la diócesis, y de otro sitio católico muy popular en China.
En junio de 2016, Mons. Han, junto a otros 30 obispos, participó, en Beijing, de una “clase de instrucción” organizada por la administración estatal de asuntos religiosos (foto 3). En la misma, la mayor parte de las intervenciones del gobierno continuaron subrayando los principios que claman por una Iglesia independiente y a favor de nombramientos y ordinaciones independientes.
El obispo no había adherido a la Asociación Patriótica hasta hoy, pero había permitido que sus dos vicarios generales pudieran pertenecer tanto a la AP como a la sección provincial de la Conferencia política consultiva del pueblo chino. En 2010 y en 2016, sus sacerdotes participaron en la octava y novena edición de la Asamblea nacional de representantes católicos, la organización que se coloca por encima de la Asociación patriótica y del Consejo de Obispos. En junio de 2017, sor Han, secretaria y pariente de Mons. Han, participó en la celebración del 60mo aniversario de la Asociación Patriótica, e incluso fue recibida por Yu Zhengsheng, miembro del Comité permanente del Politburó.
La Santa Sede no reconoce la Asamblea nacional de representantes católicos, y tampoco la Asociación Patriótica, ni el Consejo de Obispos, que proclaman como principio la independencia de la Iglesia. Pero en los tres últimos años, quizás para asegurarse la continuidad de las negociaciones con China, el Vaticano ha suavizado su posición, recibiendo críticas de diversos sectores de la Iglesia oficial y subterránea.
“He dicho esto –comenta el fiel entrevistado por AsiaNews- no para despreciar o avergonzar a Mons. Han, sino para destacar que su caso es como un microcosmos de lo que sucede hoy en día en la Iglesia china.
Si se observa cómo se ha ido desarrollando su ministerio episcopal, desde una remota diócesis del nordeste, con su capacidad en lo que concierne a mirar los signos de los tiempos, lo único que puedo decir es que él es un ‘manager inteligente’”.
“Esto también muestra –continúa- que, hoy en día, ser obispo en China no es nada fácil, y explica cuán enormes son las diferencias que puede haber entre los obispos subterráneos, con algunos que pueden viajar donde les plazca y otros que están detenidos o bajo arresto domiciliario”.
La toma de posesión de Mons. Han es la primera de las dos previstas para este mes de noviembre, luego del último round de coloquios entre China y el Vaticano, llevado a cabo el mes pasado. El 16 de noviembre se instalará en Handan (Hebei) Mons. José Sun Jigen, a quien el gobierno reconoce como sacerdote, y que fue ordenado obispo, en secreto, en 2011.
[1] La carta fue publicada en el ejemplar Nro. 8 de AsiaNews, correspondiente a octubre de 2003.
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