De rodillas delante del pc: primera ‘misa online’ para los católicos malayos
A causa del coronavirus, los obispos suspendieron las misas públicas hasta el 29 de marzo. El 19 de marzo será “un día de oración y ayuno” para invocar la intercesión de Dios y S. José. Una fiel: “Sin la misa en internet seríamos ovejas sin nuestros pastos dominicales”.
Kuala Lumpur (AsiaNews) – Por primera vez en la historia de la Iglesia malaya, ayer los católicos participaron a una misa dominical celebrada y transmitida en directa streaming por la diócesis de Kuala Lumpur (Video). La iniciativa es el paso sucesivo a una carta pastoral publicada el pasado 12 de marzo de la Conferencia episcopal de Malasia peninsular; a causa de la emergencia coronavirus se anunciaba la suspensión de las misas públicas a partir del día siguiente hasta el próximo 29 de marzo.
El documento lleva las firmas de mons. Sebastian Francis (obispo de Penang), Mons. Julián Leow (arzobispo de Kuala Lumpur) y Mons. Bernard Paul (obispo de Malaca-Johor). Los prelados también establecieron que el próximo 19 de marzo, solemnidad de S. José, será designado como “un día de oración y ayuno” para invocar la intercesión del santo y la intervención de Dios, para que ponga fin a la crisis. Otras denominaciones cristianas, comprendidas anglicanas de Malasia oriental y occidental, adoptaron medidas similares para contrarrestar la difusión del Covid-19.
La “misa online” inició a las 10,30 precisas y se realizó en la iglesia de la Divina Misericordia de Shah Alam, capital del Estado de Selangor. Fue celebrada por el p. Andrew Kooi de la parroquia de la Sagrada Familia de Kajang. El sacerdote fue asistido por el p. Michael Chuah, canciller de la arquidiócesis de Kuala Lumpur. Éste último se ocupó de la traducción de los ritos en el lenguaje de los signos.
Entre cuantos han seguido la función en internet está la familia Nathan: Mariasoosai, técnico informático jubilado, su esposa Rose y la Hija Juanita. La familia, reside en Alam Megah, había liberado la mesa del comedor y había puesto un pc, asegurándose que la batería del aparato estuviese cargado.
Al finalizar la misa, que duró casi una hora, Rose tuvo la impresión de haber participado físicamente. “También antes que iniciara- cuenta- mientras nos preparábamos espiritualmente a esta nueva forma de celebración dominical, en casa había una atmósfera de ´profunda solemnidad y reverencia. Estoy agradecida a la Iglesia de habernos dado este especial servicio; sin este estaríamos como ovejas sin nuestros pastos dominicales, privados de la enseñanza de nuestro Pastor por toda la semana”.
La hija Juanita, que es un docente de apoyo, comparte cuanto dijo Rose y agrega: “Me sentí bendecida en el momento santo de la consagración del pan y el vino. Nuestra casa parecía un lugar sagrado, en el cual el silencio y los símbolos de la liturgia se animaban en un modo encantador”. Sin embargo, afirma, “me faltó la presencia física de amigos y otros fieles. La misa online no es la misma cosa, pero gracias a la tecnología digital tenemos un modo alternativo para celebrar nuestro día sagrado. Este servicio online fue bien celebrado y agradezco a la Iglesia por haber adoptado estas medidas, adhiriendo a los pedidos de las autoridades sanitarias para contrarrestar la difusión del virus”.
18/03/2020 12:48
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