De los migrantes al secuestro del p.Tom, el hilo que une Omán y el Vaticano
La Santa Sede y Mascate anunciaron ayer el establecimiento de plenas relaciones diplomáticas, con la apertura de la nunciatura y la embajada. El objetivo es promover "una mayor comprensión mutua" y "reforzar la amistad y la cooperación". Una Iglesia local formada por almas diferentes que debe mantener un "vínculo a nivel comunitario".
Mascate (AsiaNews) - Promover una mayor "comprensión mutua" y "reforzar aún más la amistad y la cooperación" entre la Santa Sede y Omán. Sobre esta base, el Vaticano y el Sultanato anunciaron ayer que establecieron plenas relaciones diplomáticas, fundadas en la Convención de Viena de 1961 y que incluyen la apertura de una nunciatura apostólica en Omán y de una embajada en la Santa Sede. La nota vaticana subraya a continuación que la decisión servirá a "los intereses comunes" de las dos entidades, basados en los principios de "igualdad soberana, independencia, integridad territorial y no intervención".
Por lo tanto, desde ayer, el número de Estados en plena relación con la Santa Sede asciende a 184, y entre los de la Península Arábiga sólo falta Arabia Saudita.
El Sultanato de Omán está situado en el sureste de la región y está dividido en 11 gobernaciones y 61 provincias. Tiene una población de unos 4,5 millones de habitantes, en su mayoría árabes y un porcentaje significativo de trabajadores extranjeros procedentes de otros países de Medio Oriente, Filipinas, India y Pakistán. Como muchas naciones de la zona, tiene una economía basada en los hidrocarburos, sobre todo el gas natural, combinada con el sector turístico.
El Islam es la religión del Estado y la sharia la principal fuente de derecho, pero también se afirma el principio de libertad religiosa y la prohibición de discriminación confesional. El 86% de los omaníes son musulmanes, y los cristianos representan el 6,5% de la población, lo que equivale a unas 300.000 personas. Alrededor del 70% son católicos, el 13% ortodoxos y el 6% protestantes; el 11% restante son grupos independientes o pequeñas comunidades. Los fieles son casi exclusivamente inmigrantes económicos de otros países asiáticos, sobre todo Filipinas e India, y viven en los grandes centros urbanos, desde la capital, Mascate, hasta Sohar y Salalah.
Políticamente, Mascate lleva años maniobrando detrás de escena como elemento de equilibrio entre Irán (chií) y el universo suní, desde Riad hasta Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Qatar, que desde hace tiempo libran guerras por poderes en Yemen y otras zonas del tablero regional. En el pasado, Omán fue reconocido por el Vaticano por su contribución fundamental en las negociaciones que condujeron a la liberación del salesiano indio p. Tom Uzhunnalil, secuestrado en Adén durante el asalto yihadista a la casa de las Misioneras de la Caridad.
El territorio forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Sur (Emiratos, Yemen y Omán), con sede en Abu Dhabi, confiado al cuidado pastoral de monseñor Paolo Martinelli. Hay cuatro parroquias y 12 sacerdotes residentes. La nota vaticana concluye expresando la esperanza de que "con el establecimiento de plenas relaciones diplomáticas con la Santa Sede, la Iglesia católica en Omán, a través de sacerdotes y religiosas, pueda seguir contribuyendo al bienestar social del Sultanato".
Hace poco menos de un año, a finales de marzo, el entonces Vicario de Arabia del Sur, Mons. Paul Hinder, celebró la primera ordenación sacerdotal de la Iglesia local. En una entrevista que AsiaNews le hizo para la ocasión, habló de una realidad "migrante", compuesta por trabajadores indios, filipinos, europeos, americanos y africanos, en la que existe un fuerte "espíritu de comunidad" que, sin embargo, no debe "encerrarse en sí misma" tomando derivas "étnicas o nacionalistas". Y como en todos los países del Golfo, el reto "es respetar las necesidades de cada uno en la práctica pastoral" partiendo "de la lengua", pero "manteniendo el vínculo a nivel comunitario" aunque "no siempre sea fácil perseguir el objetivo".
La ordenación sacerdotal del p. Dickson Eugene, nacido en la provincia salesiana de Bangalore y criado en Omán, fue también la ocasión para celebrar decenas de confirmaciones y organizar un encuentro con todos los sacerdotes, durante el cual surgieron los retos para el futuro. Empezando por la cuestión de los migrantes "que están perdiendo sus trabajos, ya que el gobierno puso en marcha una política para favorecer el empleo de la población local. Esto desencadenó un éxodo que se refleja en la fisonomía de las parroquias, cuyo número está disminuyendo visiblemente", aunque no "hasta alcanzar niveles dramáticos". Por eso, concluyó el entonces vicario, se hace imprescindible garantizar "un empleo" y "una formación adecuada de los jóvenes, que pasa a través de la presencia de los catequistas en las parroquias". Este es también un problema que la Iglesia local está llamada a afrontar".
17/12/2016 13:14
13/01/2020 14:07
04/10/2021 10:46
23/12/2019 11:06