De Sri Lanka a Myanmar, los católicos de Singapur evangelizan Asia

El Grupo Charis (Caritas Humanitarian Aid and Relief Initiatives, Singapur) organiza anualmente actividades misioneras en todo el continente. El trabajo de Kok Xuan Er en Colombo. Las niñas birmanas instruidas por Sor Angela.

Singapur (AsiaNews / CatholicNews) - estoy agradecido "porque he tenido la oportunidad de servir a los demás, a vivir la Palabra de Dios y seguir un camino con los habitantes de Sri Lanka". Kok Xuan Er es un joven voluntario de Charis (Caritas Humanitarian Aid and Relief Initiatives, Singapur), un grupo fundado en 2010, que coordina las actividades de la archidiócesis de la ciudad-Estado en respuesta a los desastres naturales. Cada año, la organización promueve actividades misioneras a través de Asia y decenas de laicos y religiosos deciden partir por períodos más o menos largos.

Kok Xuan Er fue a Sri Lanka este año, donde contribuyó a la construcción de un sistema de filtración con arena biológicos, en la zona de Galle, debido a lo cual la gente puede purificar el agua. Además, el grupo de voluntarios trabajó con los jóvenes que se comprometen a mejorar las condiciones higiénicas de algunos pueblos mediante la construcción de baños. "Soy un catecúmeno - dice Kok - y para mí vivir la misión significa poner la doctrina social de la Iglesia en práctica".

Kok Xuan Er recuerda el punto de inflexión de su experiencia: "Estaba trabajando codo a codo con la gente del lugar, y todos los voluntarios llevábamos guantes. Sin quererlo, me di cuenta de que esto crea una barrera entre nosotros y ellos, porque parecíamos privilegiados y distantes. Desde que nos quitamos los guantes la relación con los habitantes despegó: es un testimonio de que la gracia de Dios vence las lenguas, las culturas y las diferencias socioeconómicas".

La misión de Angela Ng, monja canosiana afiliada al Charis, procede desde hace varios años en Myanmar: "Fui al norte del país por primera vez entre 2002 y 2008 - dice - con las hermanas, y allí empecé a educar mujeres jóvenes, enseñándoles a cuidar de los huérfanos que vivían en los albergues administrados por la Iglesia".

En el 2008, continúa, "fundamos el 'Centro de Educación y Formación' gracias a Charis, que co-financió la sede de Thanlyin. Al principio, la casa fue el hogar de 11 niños, pero ahora hemos capacitado a 185 mujeres jóvenes que gestionan 38 albergues en 11 diócesis de Myanmar. Ellas se encargan de 1.460 niños y jóvenes".

La obra de Sor Angela está dirigida a la formación de educadores: "Les ayudamos a entender que tienen un papel importante que desempeñar, especialmente en nuestro albergue en el norte del país, donde los niños y los jóvenes son víctimas del tráfico humano y el consumo de drogas". El trabajo que hacemos en Myanmar, concluye la religiosa, "me recuerda a cuando las primeras monjas italianas vinieron a Singapur. Tenían pocos recursos e instalaciones, la comida y la cultura eran diferentes a la suya, pero fue el amor de Jesús lo que las motivó. Lo mismo se aplica a nosotros aquí".