De Gaza al Líbano, intentos de tregua. En Riad, la alianza relanza la solución de los dos Estados
El nuevo jefe de Hezbolá no descarta las negociaciones, pero advierte de que llevarán "semanas o meses". El primer ministro interino libanés, Mikati, muestra un mayor optimismo y espera los resultados de la misión de Hochstein en Israel. Pero sigue habiendo voces críticas en ambos frentes. Mientras tanto, la capital saudita acoge el primer encuentro de la "Alianza Internacional para la Aplicación de la Solución de Dos Estados", de dos días de duración.
Beirut (AsiaNews) – Desde Oriente Medio, y en particular desde Beirut, llegan los primeros - aunque tímidos - destellos de esperanza de una tregua que podría poner fin, aunque sea por un tiempo limitado, a la espiral de guerra y violencia, en preparación de conversaciones para una paz más duradera. Por ahora sólo hay palabras, a la espera de hechos concretos, mientras, desde Gaza, los líderes de Hamás rechazan la propuesta de una interrupción "breve" de los combates. Mientras tanto, la diplomacia saudita - que durante mucho tiempo se había mantenido al margen de los conflictos que atormentan a la región - también se está moviendo, y Riad acoge el primer encuentro de la "alianza internacional" a favor del Estado palestino. Una situación oportuna para confirmar la condena del "genocidio" que se está llevando a cabo en Gaza y reiterar, en respuesta a las palabras del Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu, que los vínculos con el Estado judío en el ámbito de los "Acuerdos de Abraham" sólo son posibles si se aplica la solución de los dos Estados.
En estas horas se ha pronunciado también el nuevo líder de Hezbolá, Naim Qassem, quien asumió la conducción del "Partido de Dios" libanés tras la muerte del líder histórico Hassan Nasrallah, y dijo que estaba dispuesto a negociar un acuerdo de alto el fuego con Israel. En una entrevista con el diario libanés Ad-Diyar, reproducida por el israelí Haaretz, el líder del movimiento chita, sin embargo, advirtió que podría llevar "semanas o meses" cerrar el acuerdo, y que no se espera "un cambio rápido sobre el terreno", ni siquiera con una intensificación de la actividad diplomática. Mientras tanto, la violencia y las muertes continúan: hoy Hezbollah lanzó un ataque contra la comunidad fronteriza israelí de Metula y mató a cinco personas, un agricultor israelí y cuatro trabajadores extranjeros.
Según algunas fuentes, Hezbolá podría retirar sus tropas al norte del río Litani, estableciendo una zona desmilitarizada sobre la frontera con Israel, al tiempo que transfiere la carga de armas y "desconecta" su batalla del conflicto en Gaza. El objetivo a corto plazo es establecer una tregua de tres días con una propuesta que se entregará en los próximos días y las consideraciones del enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein - que estará mañana en Israel - quien en el encuentro con el primer ministro libanés, Najib Mikati, habría anticipado la posibilidad de una apertura en las posiciones de Netanyahu.
Sin embargo, en ambos frentes persisten posiciones cerradas, que se oponen a las negociaciones o hacer siquiera algunas concesiones al frente opuesto. El presidente del Parlamento libanés, el chiíta Nabih Berri, descarta cualquier cambio en la Resolución 1701 de la ONU y afirmó que estaba "fuera de discusión" un cambio en los términos del acuerdo, "ni siquiera de una palabra. Palabras que tampoco inducen al optimismo provienen de Moshe Davidovich, jefe del Consejo Regional de Mateh Asher y presidente del foro "Línea de Confrontación", quien, cuando le preguntaron sobre las conversaciones diplomáticas, dijo: "No interfiero con las consideraciones militares de las FDI [ejército israelí] pero, a nivel político, ¡la amenaza real para nuestros residentes no ha sido eliminada! Hay disparos de misiles antitanque dirigidos contra las comunidades fronterizas, y eso está ocurriendo en este momento".
Un clima de mayor confianza se respira en cambio cerca del despacho del primer ministro libanés, y el propio Mikati ha dicho que tiene "confianza" en una posible tregua con Israel. El primer ministro interino reveló el contenido de una conversación con Hochstein y planteó la posibilidad de un alto el fuego antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del 5 de noviembre. "Estamos haciendo todo lo posible... para lograr un alto el fuego en las próximas horas o días", explicó Mikati, quien dijo ser "cautelosamente optimista" sobre las perspectivas de una tregua. La propuesta incluye un alto el fuego inicial que se mantendrá durante 60 días, durante el cual el ejército libanés se desplegará a lo largo de la frontera y confiscará las armas de Hezbolá en el sur. Por su parte, el ejército israelí se compromete a retirar las tropas al otro lado de la frontera en un plazo de siete días, con el apoyo de las fuerzas libanesas - al menos 10 mil hombres - estacionadas en la frontera. Al final del período, Israel y el Líbano deberían facilitar negociaciones indirectas con la mediación de Estados Unidos sobre la plena implementación de la Resolución 1701 y resolver todas las controversias en las fronteras.
Si bien desde el "frente norte" llegan señales de apertura, en Gaza sigue prevaleciendo la lógica de la guerra y la violencia. En las últimas horas Hamás anunció que rechaza la propuesta de una tregua temporal para la Franja, según las declaraciones que hizo un alto dirigente, Taher al-Nounou, a la AFP. El jefe de la milicia recordó que "ya hemos expresado nuestra posición sobre la idea de una tregua temporal en la guerra, que sólo sirve para reanudar la agresión en una fecha posterior". Por último, reiteró la necesidad de un "fin permanente, y no temporal, de la guerra" además de la retirada de los soldados israelíes [que cada día tienen que actualizar el recuento de muertos, que ya supera los 400 desde el inicio de la guerra] del enclave palestino. Palabras que extinguen las débiles esperanzas de una interrupción del conflicto, tema central de un encuentro que en estas horas tiene lugar entre el presidente egipcio Abdel Fatah al-Sisi, uno de los mediadores más activos, y el jefe de la CIA, William Burns, con la presencia del nuevo número uno de la inteligencia de El Cairo, Hassan Rashad.
Por último, ayer se celebró en Riad el primer encuentro de una nueva "alianza internacional" para apoyar la causa palestina, orientada a la creación de un Estado independiente junto al israelí en la perspectiva de la solución de dos Estados. El grupo se formó el mes pasado al margen de la Asamblea General de la ONU, y se denomina "Alianza Internacional para la Aplicación de la Solución de Dos Estados". Reúne países de Oriente Medio, Europa y otras áreas con el objetivo de una paz y una solución duraderas. El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, el príncipe Faisal bin Farhan, dijo que casi 90 "estados y organizaciones internacionales" participan en el evento de dos días en la capital. En Gaza, advierte, "se está llevando a cabo un genocidio [un término que Israel rechaza con desdén] con el objetivo de expulsar al pueblo palestino de su tierra, que Arabia Saudita no acepta". El jefe de la diplomacia de Riad calificó la situación humanitaria como "catastrófica" y denunció el "bloqueo total" en el norte de la Franja. En septiembre, el gobernante de facto del reino, el príncipe heredero Mohammed bin Salman, dijo que la condición para la normalización era un "Estado palestino independiente", posición que reiteró ayer el príncipe Faisal.
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