Daca: 'Soy enfermera por vocación, llevo el amor de Jesús al hospital'
En el Día Internacional dedicado a los que ejercen esta profesión, el testimonio de Juliana S. Palma, católica, que presta servicio en la sala de quemados de un gran hospital público de la capital. En Bangladés sigue siendo grave el problema de la escasez de enfermeras, que solo cuenta con una cuarta parte de las que necesitaría el país.
Daca (AsiaNews) - Hoy también se celebra en Bangladés el Día Internacional de la Enfermera, bajo el tema "Nuestras enfermeras, nuestro futuro". En este día las personas saludan y agradecen a quienes ejercen esta profesión por su amor, dedicación y servicio. Como es el caso de Juliana S. Palma, una católica de 44 años que ha hecho de la enfermería su vocación..
Huérfana de madre, creció en un asilo dirigido por religiosas. “Yo también quería ser religiosa – cuenta a AsiaNews – pero después me di cuenta de que ese no era mi camino y me matriculé en un instituto de enfermería en Tangail, donde me gradué hace veinte años. Me gusta cuidar a las personas enfermas. A nuestro hospital llega gente de todo el país con lesiones por quemaduras". Palma es madre de un niño, asiste a la parroquia de Luxmibazar en Daca y trabaja en el departamento de cirugía plástica y quemaduras del Dhaka Medical & College Hospital (DMCH). "Al hospital llegan personas extremadamente necesitadas e indefensas porque la atención es casi gratuita. Los pacientes quemados necesitan tiempo para curarse por completo, por lo que permanecen en el hospital por largos períodos, y eso nos permite conocer sus historias". "Algunos de ellos han intentado suicidarse y otros son víctimas de accidentes. Los escuchamos con atención, les damos ánimo y compasión".
“Me gusta atender a mis pacientes, si un día no voy al hospital me preguntan qué me pasó – explica Palma -. El momento más feliz de mi vida es ver pacientes que han llegado a nuestro hospital en peligro de muerte y después, gracias a nuestros cuidados, poco a poco se recuperan y vuelven a casa muy agradecidos. Podemos mostrar la esperanza en la vida a las personas enfermas. Esa es la belleza de la profesión de enfermera".
Como cualquier otra profesión, las enfermeras también enfrentan desafíos y dificultades. “Los pacientes de nuestro hospital son muy necesitados y a menudo vemos que no pueden comprar los medicamentos. En esos momentos, las enfermeras y los médicos recolectamos el dinero que hace falta”. Otro problema grave es la falta de personal: los servicios médicos de Bangladés trabajan con un 76% menos de enfermeras de las que serían necesarias. Según las normas de la Organización Mundial de la Salud, debe haber al menos 3 enfermeras por cada médico. Sin embargo hoy en día en nuestro país hay incluso menos enfermeras que médicos: en el Consejo Médico y Odontológico de Bangladés (BMDC) hay 108.000 registrados, mientras que en todo el país solo hay 77.838 enfermeras registradas, una cifra muy inferior a la demanda. Por eso los pacientes no pueden recibir todos los servicios necesarios.
Pero incluso en esta difícil situación Palma dice que puede dar testimonio del amor incondicional de Jesús: “Recuerdo la historia de un joven musulmán, Sujon Islam, que llegó al hospital con un 90% de quemaduras. Estaba muy grave y pensamos que se iba a morir. Recé por él a Jesús con lágrimas: 'Señor, devuélvele la vida y toma la mía'. Gracias a nuestro servicio sincero ese paciente se recuperó y todavía hoy me llama por teléfono para agradecerme. De esta manera mostré el amor de Jesús por todos".
28/11/2019 13:23
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