Daca, miles de cristianos son perseguidos por las tierras
La minoría cristiana vive con el miedo constante a que expropien sus tierras por la fuerza. En Dinajpur viven 1.500 cristianos que fueron desplazados a raíz de una disputa por tierras. En Daca, un católico continúa pagando las boletas de su casa, pese a que ésta ha sido ocupada ilegalmente por un musulmán. Sacerdote: “El gobierno y los expropiadores consideran que somos débiles”.
Daca (AsiaNews) – Miles de cristianos, en su mayor parte tribales, son perseguidos en Bangladés a causa de la tierra. A continuación presentamos las historias de algunas personas que cotidianamente afrontan el miedo de sufrir amenazas o la angustia de vivir en la calle.
En el año 2016, en Gaibandha, una localidad perteneciente a la diócesis de Dinajpur, una disputa de tierras desató la violencia contra la minoría tribal, perpetrada por musulmanes y policías conniventes. El enfrentamiento provocó la muerte de cuatro cristianos -la mayor parte de ellos católicos, de etnia Santal- y cerca de 30 heridos, incluyendo nueve agentes.
El Pbro. Samson Marandy, párroco de la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, dice a AsiaNews: “La semana pasada, visité a las familias de la aldea Santal cuyas casas fueron expropiadas por agentes del gobierno. Son cerca de 1.500 cristianos, que viven en condiciones inhumanas, Algunas ONG les han proporcionado chapas para construir casas [improvisadas, precarias]. Si bien las víctimas han denunciado el caso y han solicitado al gobierno que intervenga, los han dejado abandonados a su suerte y la administración permanece en silencio. No sé qué misterio pueda haber detrás de todo esto. Creo que para obtener justicia, deben hacerse más manifestaciones de protesta y enviar denuncias escritas”. Joeshep Murmu, uno de los cristianos, sostiene que “el gobierno se ha conducido mal [con la población]. Queremos recuperar nuestras tierras”.
En Daca hay una historia parecida. Es la de Abraham Cruze, un católico de 65 años, que perdió su pequeña casa de cuatro habitaciones, ubicada cerca de la iglesia católica de Tejgaon. Un musulmán del lugar, llamado Md Saifulla, ocupó su tierra el 15 de octubre de 2015, escoltado por 50 personas armadas. Ellos destruyeron la vivienda y desalojaron a su familia. Cuando habla de lo que pasó, Abraham se conmueve: “Ya llevo dos años pidiendo ayuda a personalidades importantes, como el arzobispo de Daca y otros líderes cristianos. Pero hasta ahora, todos mis esfuerzos han sido vanos”. El hombre, ya jubilado, agrega con lágrimas en los ojos: “Yo tenía una pequeña casa, pero ahora estoy sin techo, vivo con algunos parientes”.
Abraham muestra las facturas de luz y gas que, paradójicamente, continúa pagando: “Mi casa está ocupada, yo ya no vivo allí, y sin embargo, sigo pagando las boletas”, se queja. Él intentó reunirse con la premier Sheikh Hasina; ya le ha escrito dos cartas, pero aún no recibió respuesta. “Ni siquiera creo que las misivas hayan llegado a la oficina de la primer ministro”-agrega. “Si ella llegara a saber sobre mi situación –dice, convencido- estoy seguro de que tomaría acciones de inmediato, y yo recuperaría mi casa”.
En la misma Daca, una católica de la parroquia de Kafrul Quasi, Jumur Gomes, cuenta que hace algunos años, vendió su casa a una empresa constructora que se comprometió a cederle apartamentos a cambio de su propiedad. Pero a cambio de la casa, lo único que recibió fueron amenazas de muerte. Ahora vive en una propiedad alquilada, junto a su madre viuda y a la hermana, en el mismo barrio. “Nos persiguen porque somos cristianos –declara- y ni siquiera la policía nos protege”.
Babaly Talang, una joven católica de la diócesis de Sylhet, cuenta que cientos de familias de tribales de etnia Khasia viven con miedo a ser desalojados por quienes requisan las tierras en la zona de la parroquia de Srimangal, donde abundan las plantaciones de té. La mujer sostiene que “los Khasia son tribales de montaña, que se dedican al cultivo de hojas de betel, pero hay personas influyentes que quieren expulsarnos de nuestros terrenos”.
El Pbro. Liton Hubert Gomes, coordinador de la Comisión Justicia y Paz de la arquidiócesis de Daca, informa que “en la diócesis de Mymensingh, son varias las familias católicas que temen por sus tierras. El gobierno estaría proyectando la construcción de un parque natural en Madhopur, en el distrito de Netrakona. De ser así, los cristianos se convertirían en víctimas de expropiaciones forzadas, precisamente por el hecho de ser cristianos. El gobierno y los expropiadores consideran que somos débiles”.
17/12/2016 13:14