Cuatro israelíes imputados por el linchamiento del migrante eritreo que fue confundido con un terrorista

Habtom Zerhom, de 29 años de edad, murió en octubre pasado, al recibir disparos de proyectil y luego ser linchado por la multitud. Una guardia carcelario, un soldado y dos civiles fueron enjuiciados bajo la acusación de agresión agravada. Ellos habrían golpeado brutalmente el cuerpo del joven, que estaba tirado por tierra, sangrando e imposibilitado de defenderse.

Jerusalén (AsiaNews/Agencias) - Las autoridades israelíes han sometido a juicio a cuatro conciudadanos, acusados por la golpiza que llevó a la muerte de un trabajador migrante de origen eritreo en octubre pasado. El hecho ocurrió en Beersheba, en la estación de autobus. Habtom Zerhom, de 29 años, fue atacado por un guardia de seguridad, que lo confundió con un hombre armado dispuesto a cometer un atentado: en un segundo momento, la multitud linchó al hombre, hiriéndolo a base de puntapiés y patadas.

La autopsia llevada a cabo sobre el cadáver, en los días posteriores al ataque, mostró que el joven no habría muerto debido al linchamiento, sino por las heridas provocadas por los disparos ejecutados por el guardia. El cuerpo fue atravesado por ocho proyectiles, dos de las cuales habrían resultado fatales.

Fuentes oficiales israelíes informan que los cuatro enjuiciados serían Ronen Cohen, guardia penitenciario; Yaakov Shimb, soldado, y dos civiles (David Moyal y Evyatar Dimri), quienes habrían participado de diversas maneras en el lichamiento del migrante eritreo. Sobre ellos recae la acusación de agresión agravada, por haber golpeado al joven cuando éste se encontraba en estado inconciente e imposibilitado de defenderse.

Las imágenes capturadas por las cámaras de seguridad, que se remontan al 18 de octubre pasado, muestran una multitud enfurecida que rodea a Zerhom, mientras él está tirado por tierra y herido por disparos, a la vez que bloqueado por medio de una silla que un guardia penitenciario había colocado sobre su tronco. El joven (en la foto, una conmemoración de la comunidad eritrea llevada a cabo en los días posteriores a la muerte) fue embestido por una ráfaga de golpes en la cabeza y de puntapies y patadas por parte de la multitud.

Al día siguiente del incidente intervino también el prémier Benjamin Netanyahu con una nota oficial en la cual pedía a los ciudadanos que no hicieran justicia por mano propia.

En simultáneo con el linchamiento, y también en Bersheeba, se verificó un ataque con arma blanca llevado a cabo por un ciudadano árabe israelí, en el marco de la intifada de los cuchillos que, desde hace algunos meses, está ensangrentado las calles y plazas de Israel y de los Territorios. En el atentado murió un soldado israelí -además del atacante, que fue "neutralizado", es decir, matado por las fuerzas de seguridad- y 10 personas resultaron heridas.

Según datos oficiales, la tercera intifada de los cuchillos ya ha causado 22 víctimas entre los ciudadanos israelíes, y 149 muertos del lado palestino. Entre los últimos, la mitad eran atacantes y los demás murieron en el curso de enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes. Algunos palestinos fueron asesinados por la sola sospecha de que fueran a cometer posibles atentados.