Cristianos y musulmanes recuerdan juntos a Benazir Bhutto, para quien aún no hay justicia
Lahore (AsiaNews) – Cristianos y musulmanes se reunieron hoy [por ayer] frente al Parlamento de Punjab para recordar a la ex primer ministro Benazir Bhutto, a ocho años de su homicidio, ocurrido en plena campaña electoral. Una lisa y llana emboscada asesinó a la candidata el 27 de diciembre de 2007, durante el tour que realizaba en la provincia, organizado en vista de las elecciones generales que se desarrollarían en enero de 2008. La política había regresado poco antes a Pakistán, luego de un largo exilio de ocho años.
Samson Salamat, cristiano, dirige el Centro para la educación en los derechos humanos (CHRE). Presente en el homenaje, dijo a AsiaNews: “Este día será siempre recordado como una página negra en la historia política de Pakistán. Bhutto estaba en la mira debido a sus posiciones progresistas, que desafiaban el avance del extremismo en nuestra sociedad. Sus asesinos, en su mayor parte, continúan libres, y esto coloca un punto de interrogación sobre el sistema judicial de nuestro país”.
Hija del depuesto primer ministro pakistaní Zulfikar Ali Bhutto (que fue ajusticiado por orden del general Zia en el año 1979), Benazir Bhutto nació en Karachi el 21 de junio de 1953. A los 35 años fue elegida prémier de Pakistán: es la primera mujer electa como jefe de gobierno en un país musulmán en la era moderna. Amada en Occidente, favorita de los Estados Unidos, dos veces prémier (1988-1990 y 1993-1996) y dos veces obligada a dimitir por escándalos de corrupción -en los cuales siempre se declaró inocente-, luego de varios años de exilio en Dubai y en Londres, regresó al país el 18 de octubre de 2007.
Su regreso fue oscurecido por las críticas y las acusaciones de corrupción -en ese tiempo factibles a raíz de varias pruebas presentadas en su contra- y por el compromiso alcanzado con el régimen de Musharraf para poder retornar a la patria, que preveía su reelección como primer ministro y el levantamiento de las acusaciones, pero no así la liberación de los líderes populares que hacía tiempo estaban en prisión por su oposición al gobierno militar. El atentado del 27 de diciembre -reivindicado por al Qaeda – puso fin a la posibilidad de alcanzar dicho compromiso.
Ante la multitud reunida ayer en Lahore, el vicedirector del South Asia Partnership Pakistan recordó la injusticia que “rodea al homicidio de Benazir Bhutto”. La gente que detenta el poder, dijo Irfan Mufti, “sabe quiénes son los verdaderos asesinos, y no hacen nada [al respecto]. Es una tiranía política. Nosotros queremos que se esclarezca esta conspiración. La presencia de Bhutto habría hecho una verdadera diferencia en nuestro escenario político ”.