Covid y comercio: Paraguay se resiste al ‘chantaje’ chino y se queda con Taiwán

de Silvina Premat

Presidente Benítez: Los chinos nos ofrecieron sus vacunas a cambio del reconocimiento diplomático; Beijing lo desmiente. Los paraguayos pierden 350 millones de dólares al año por mantener relaciones diplomáticas con Taiwán. Los dos países están unidos por lazos culturales y sentimentales. Un cambio de gobierno en Asunción podría favorecer a China.

Buenos Aires (AsiaNews) – La gestión de la pandemia y la necesidad de procurarse vacunas contra el Covid-19 han puesto a Paraguay ante una disyuntiva: si romper o no su alianza con Taiwán y estrechar lazos con China. De los quince países que reconocen a Taiwán como Estado soberano, Paraguay es el único en América Latina, la región a la que el presidente chino Xi Jinping ha privilegiado para las ventas y donaciones de las vacunas producidas por laboratorios de su país.

El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, dijo que Paraguay podría comprar vacunas “a quien sea”, pero que no aceptarán chantajes de nadie. Se refirió así a lo que los chinos desmienten rotundamente: haberles ofrecido vacunas al gobierno paraguayo, a cambio de la ruptura de las relaciones diplomáticas con Taiwán. Para China comunista, la isla es una provincia “rebelde” que debe ser reunificada -incluso por la fuerza, de ser necesario.

Si bien unos 20.000 km (12.400 millas) separan a Taiwán de Paraguay, los dos pueblos están unidos por lazos políticos y culturales muy fuertes. Desde 1957 Taiwán ha financiado la construcción de miles de viviendas sociales y algunos edificios públicos, como la sede del Parlamento paraguayo en la capital, Asunción. Las autoridades taiwanesas también han otorgado numerosas becas de estudio y subsidios para ayudar a jóvenes y profesionales a viajar a la isla.

En base a los datos proporcionados por el gobierno de Taipéi, en Paraguay viven unos cuatro mil taiwaneses que administran inversiones por más de 100 millones de dólares. Y, según los investigadores Francisco Urdinez, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, y Tom Long, de la Universidad de Warwick (Reino Unido), desde el año 2000, Paraguay ha recibido una donación de Taiwán cada cinco años, por un monto de 70 millones de dólares, La cifra se duplicó en 2019.

Sin embargo, en un artículo académico publicado por Foreign Policy Analysis, los dos investigadores señalan que esta cantidad es inferior a lo que Paraguay podría haber ganado si tuviera relaciones comerciales plenas con China: lo denominan el "costo Taiwán". Urdinez y Long calcularon que Asunción pierde unos 350 millones de dólares al año por no tener relaciones diplomáticas con Beijing, sino con Taipéi. A esto se suman las dificultades para acceder a las vacunas chinas contra el coronavirus.

Si bien los exportadores paraguayos hacen llegar sus productos a China, triangulando la operación comercial a través de Argentina, Uruguay o con algunos países asiáticos, el resultado no es lo que podría ser de contar con relaciones directas con Beijing . Los números que todos miran en Paraguay son los de las balanzas comerciales: entre 2016 y 2020, Paraguay registró un superávit de 129,8 millones de dólares con Taiwán, y un déficit de 16,3 millones de dólares con China.

La pregunta, entonces, es por qué Paraguay sigue siendo fiel a Taiwán. “Porque hay lazos culturales, hasta sentimentales entre los dos pueblos y también porque los políticos reciben fondos que pueden usar a discreción, sin rendir cuentas”, comentó Francisco Urdinez a AsiaNews. Agregó que los problemas para conseguir las vacunas detonaron un debate político interno sobre la cuestión de las relaciones con Taiwán.

El experto prevé que Paraguay no romperá relaciones con Taiwán mientras sea gobernado por el partido Colorado, al que pertenece el presidente Benitez, cuyo mandato termina en 2023. Urdinez afirmó también que “muchos diplomáticos de ese partido ven a China como una especie de ‘verdugo’ comunista. Según esos diplomáticos, si Paraguay reconociera a Beijing, se convertiría en uno más de una larga lista de países que hacen fila para obtener beneficios económicos. Por el contrario, con la alianza estratégica con Taiwán, saben que “si levantan el teléfono, los taiwaneses siempre estarán dispuestos a escucharlos”.

El tema también está siendo debatido en la sociedad civil paraguaya, dice Urdinez: “Por ejemplo, el lobby de los productores de soja y el de los ganaderos ven con buenos ojos el cambio de reconocimiento -dejar a Taiwán, para reconocer a China- porque abriría el mercado chino para sus productos”. Según el investigador, con el próximo gobierno, el cambio diplomático será “inevitable”.