Covid-19, vicario de Arabia: en Yemen la situación es crítica, con una escalada de contagios y muertos
Mons. Hinder confirma que se está agravando la emergencia sanitaria ligada al nuevo coronavirus. En Saná, Adén y en otras ciudades se está llegando a niveles críticos. MSF hace un llamamiento a la ONU y a los países donantes. Se requieren materiales de protección y apoyo para el personal sanitario. La mortalidad es elevada, con víctimas de entre 40 y 60 años. Murieron 68 pacientes sobre un total de 173 pacientes recuperados.
Abu Dabi (AsiaNews) - En Yemen, la emergencia sanitaria ligada a la pandemia de Covid-19 “se está agravando” en Adén, así como en la capital y en otras partes del país, si bien es cierto que “a causa de la guerra, no resulta fácil distinguir entre la magnitud real de la situación y lo que es propaganda”. Son las declaraciones que brinda a AsiaNews Mons. Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia meridional (Emiratos Árabes Unidos, Omán y Yemen), quien comenta que “hay personas que viven en Saná que comentan una escalada del virus y un nivel de criticidad” al que jamás se había llegado en las estructuras hospitalarias.
Desde de la sede de la vicaría, en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, donde “aún estamos bajo un fuerte lockdown”, y en el cual “las restricciones seguirán vigentes por un buen tiempo”, Mons. Hinder mira con preocupación lo que está sucediendo en Yemen. Es difícil obtener noticias confiables, “porque por parte de los gobernantes, hay una tendencia a ocultar la verdad”. En Adén, explica el prelado, “no hay contactos por el momento”, mientras que “he pedido suma prudencia a las comunidades en Saná, y acatar las medidas de protección personales y en relación con los demás”.
El primer caso de Covid-19 data del 10 de abril; las primeras dos víctimas, del 30 del mismo mes. En estas semanas, las ONGs internacionales han alertado sobre las repercusiones desastrosas de una epidemia de coronavirus en la nación árabe, donde desde el 2015 está en curso una guerra entre fuerzas del gobierno, sostenidas por los saudíes, y los rebeldes hutíes, cercanos a Irán. Un conflicto que ha provocado la “peor crisis humanitaria del mundo”, y sobre la cual el nuevo coronavirus arriesga tener efectos “devastadores”.
El personal de Médicos Sin Fronteras (MSF), dedicado a luchar en primera línea contra el nuevo coronavirus, informa que en Adén, la pandemia ha desatado una “catástrofe sanitaria”. En el único centro dedicado al Covid-19 que existe en la ciudad, en tres semanas (30 abril-17 mayo) murieron 68 pacientes, sobre un total de 173 recuperados. En toda la ciudad, cada día hay un promedio de 80 decesos; antes del arribo del virus el promedio llegaba a 10, con una escalada comparable a las ciudades europeas en el período más crítico.
Es por eso que “cada vez es más necesaria una movilización urgente de las Naciones Unidas y de los países donadores”. Lo que estamos presenciando, dice la coordinadora de MSF en Yemen, Caroline Seguin, es tan solo “la punta del iceberg. Los pacientes llegan a vernos cuando ya es demasiado tarde para salvarlos”, y muchas personas ni siquiera vienen, y se están muriendo en sus casas. Es una situación desoladora”.
Muchos de los enfermos que llegan a los centros hospitalarios activos ya tienen síntomas respiratorios agudos severos, un factor que dificulta aún más su recuperación. Además, el gran número de miembros del personal sanitario que ha contraído la enfermedad muestra que el virus ya circula ampliamente y se ha difundido. “Urge hallar fondos - prosigue Caroline Seguin - para pagar a los operadores y brindarles los dispositivos de protección necesarios”, mientras el país necesita “de más equipos para el oxígeno”.
Adén ya estaba al borde del colapso tras cinco años de guerra, y no puede afrontar esta emergencia sola: no hay dinero para el personal, escasean los dispositivos de protección individual y hay muy pocos tests disponibles. “La elevada tasa de mortalidad que vemos entre nuestros pacientes - concluye la coordinadora de MSF - equivale a la de las terapias intensivas en Europa, pero las personas que vemos morir son mucho más jóvenes que en Italia o en Francia. Aquí son, sobre todo, hombres de entre 40 y 60 años”.
“No tengo dudas - concluye Mons. Hinder- en creer en la alarma que lanzan los Médicos Sin Fronteras y en los dramáticos reportes que están saliendo a la luz. Lo que se cuenta en Adén corresponde a la verdad, porque esta ciudad hace años que vive en el caos más absoluto”.
26/03/2020 10:55