Covid-19, murió el histórico jefe negociador palestino Saeb Erekat

Fue uno de los artífices de los "Acuerdos de Oslo" y uno de los críticos más duros de los recientes "Acuerdos de Abraham". Hospitalizado en Jerusalén, se encontraba intubado y en coma. Hace tres años recibió un trasplante de pulmón. El reconocimiento de palestinos e israelíes.

Jerusalén (AsiaNews / Agencias) - Saeb Erekat, una de las principales figuras de la diplomacia palestina, mediador en la época de los "Acuerdos de Oslo" de 1993 y acérrimo opositor a los recientes "Acuerdos de Abraham", murió hoy por Covid-19 a los 65 años. Casado, padre de cuatro hijos (dos gemelos y dos varones), falleció en el Centro Médico Hadassah de Jerusalén, donde estuvo hospitalizado durante varias semanas debido a un progresivo deterioro de sus condiciones de salud. La atención médica no fue suficiente para detener el avance del virus en un cuerpo ya afectado por la enfermedad.

Erekat (en la foto, con Arafat y Clinton), principal negociador palestino y secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), se contagió el mes pasado y estaba internado en la unidad de cuidados intensivos. Se le consideraba un paciente de alto riesgo debido a sus problemas previos de salud: hace tres años había recibido un trasplante de pulmón por fibrosis.

La Autoridad Palestina (AP) declaró tres días de duelo nacional para rendir homenaje al hombre que ha buscado incansablemente la paz, o por lo menos un acuerdo con Israel, durante los últimos 25 años. Recordando su figura y su compromiso, el presidente Abu Mazen hizo un elogio de "nuestro querido hermano y amigo, el gran luchador" cuya muerte constituye "una gran pérdida para Palestina y nuestro pueblo", sobre todo en estos "tiempos difíciles para la causa palestina”.

Nacido en Jerusalén en 1955, vivió en Jericó desde muy joven. En 1972 se trasladó a los Estados Unidos para realizar estudios universitarios, se graduó y obtuvo una maestría en relaciones internacionales en la Universidad Estatal de San Francisco. Al regresar a Cisjordania, enseñó en la Universidad Al-Najah en Nablus antes de ganar un concurso y obtener un doctorado en resolución de conflictos y estudios sobre la paz en la Universidad de Bradford, en el Reino Unido.

A principios de la década de 1990, Yasser Arafat lo eligió como el rostro internacional de la causa palestina, entre otras cosas por su perfecto dominio del inglés, su perfil académico y su entonces marginal afiliación a la OLP, en una época de tensiones y conflictos. Era el perfil más neutral que podía jugar la conducción palestina, en un momento en el que el diálogo estaba abierto y el histórico acuerdo de Oslo se vislumbraba en el horizonte. A los recientes "Acuerdos de Abraham" había dedicado palabras durísimas, criticando la decisión de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) de reconocer a Israel, porque de hecho destruye cualquier débil esperanza de una solución de dos estados, al mismo tiempo que consideraba a los Estados Unidos de Donald Trump como "parte del problema".

El 8 de octubre pasado dio positivo en el test de coronavirus y sus condiciones de salud se deterioraron rápidamente. Debieron trasladarlo, acompañado de su esposa e hijos, a un hospital bien equipado de Jerusalén, donde fue intubado. El 19 de octubre entró en coma y no volvió a despertar. Desde el principio, los médicos que lo atendieron hablaron de un "enorme desafío" debido al trasplante que había recibido antes, el debilitamiento del sistema inmunológico y una infección bacteriana que se sumaba al coronavirus.

Al comentar su fallecimiento, Hanan Ashrawi, miembro destacado de la OLP, habló de una "transición significativa en la historia y la realidad palestina". Él estaba comprometido con la defensa de los derechos del pueblo y con la búsqueda de "una paz justa" basada en libertades y derechos. "Descansa en paz - añadió la líder palestina - y en la gloria, amigo mío". Ahmad Tibi, un destacado parlamentario árabe-israelí, lamentó la muerte de "un amigo y un líder valiente". Llegaron también las condolencias de Israel, y la ex ministra de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, dijo que está "entristecida" por su muerte. El mismo Erekat le habría escrito a ella desde la cama del hospital: “No he terminado aquello para lo que nací”. Yossi Beilin, ex ministro israelí y negociador de paz, habló de "una pérdida enorme para los que creen en la paz, ya sean palestinos o israelíes".