Corea, por orden de Kim Jong-un se incrementa la persecución de los cristianos
Seúl
(AsiaNews) - Corea del Norte continúa utilizando sus escasos recursos para
controlar a sus propios ciudadanos que entran en contacto con el cristianismo
en China. Según
fuentes citadas por DailyNK, el 8 de junio, el gobierno central ha enviado
nuevas - y más duras - órdenes en la materia al personal del Departamento de
Seguridad del Estado, la Oficina para el Reconocimiento general y a varias
oficinas diplomáticas.
Una
fuente que se encuentra en Sinuiju, en la provincia del Norte Pyongan, dice:
"El personal de la seguridad de Estado, se encuentra en China trabajando
continuamente para impedir que los visitantes de Corea del Norte estén en
contacto con los cristianos. Mucho son empleados activos de consulados,
mientras que los oficiales jóvenes del Reconocimiento fueron enviados a China
por este motivo. Tratando de hacer arrestos".
Según
la fuente "antes de este nuevo giro de vida ,
las autoridades tenían solamente los nombres de buscados o sospechados. Ahora
también tiene fotografías, con quienes se han acercado personas. El pedido
directo fue emitido por Kim Jong-un, a mediados de abril".
Este
endurecimiento de los controles, que ahora supera incluso las fronteras
nacionales, " refleja la determinación del régimen, que teme deserciones
en masa y la penetración de ideologías contrarias al gobierno. Alguien dice que
las autoridades se empeñan en eliminar todos aquellos que han tenido algún contacto
con las iglesias cristianas, y que denunciaron todo lo que está pasando en
China".
En
Corea del Norte sólo se permite el culto al líder Kim Jong-il y su padre Kim
Il-sung. El
régimen siempre ha tratado de impedir la presencia de la religión, en
particular de los budistas y los cristianos, y requiere que los fieles se
registren en organizaciones controladas por el Partido. Son
frecuentes y violentos la brutal persecución contra los miembros y no miembros
de los que practican la actividad misionera. Desde
que se estableció el régimen comunista en 1953, unos 300.000 cristianos han
desaparecido y no hay más sacerdotes y monjas, con toda probabilidad, asesinado
durante las persecuciones.