Corea, invierno en las cárceles: los presos mayores de 60 años se ha más que duplicado

En 2023 eran 6.504, lo que supone un aumento significativo respecto a los 2.801 de 2014. El porcentaje ha pasado del 8,4% al 17,1%. Una emergencia subestimada por la clase dirigente porque no aporta consensos, pero que corre el riesgo de convertirse en un grave problema para el sistema. El número de agentes penitenciarios de entre 40 y 50 años también representa casi el 75% del total.

Seúl (AsiaNews) – El rápido envejecimiento de la población coreana está determinando cambios radicales en muchos sectores de la sociedad, y las cárceles no parecen ser una excepción. Según el informe anual del Ministerio de Justicia sobre las instituciones penitenciarias, publicado hoy, el número de reclusos de 60 años o más era de 6.504 el año pasado, lo que supone un aumento significativo respecto a los 2.801 de 2014.

El porcentaje sobre la población carcelaria total se ha más que duplicado, pasando del 8,4% al 17,1% en una década. Eso significa que en este momento uno de cada seis presos tiene 60 años o más, lo que no augura nada bueno para el sistema en general, que según los expertos ya debe hacer frente a muchos otros problemas estructurales.

A medida que aumenta la edad y el número de presos en el país, se plantean nuevos desafíos. Por ejemplo, una población carcelaria cada vez más numerosa podría suponer una proporción cada vez mayor de presos con problemas relacionados con el deterioro cognitivo, como la demencia, una enfermedad más común en las personas mayores. Otros pueden necesitar sillas de ruedas u otra asistencia física para desplazarse dentro de las instalaciones.

Dado que el gobierno tiene la obligación legal de proporcionar servicios de atención médica adecuados, para hacer frente a este cambio, según los estudiosos en la materia, se necesitarían reformas importantes en más de 50 instituciones correccionales repartidas por toda la península coreana. "Todo esto podría significar un aumento significativo de los costos médicos para los detenidos", explica al Korea Times un inspector de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. "Esto se está convirtiendo en un gran problema, ya que el personal médico responsable de su salud no puede mantenerse a la altura debido a los bajos salarios y las frecuentes demandas legales presentadas por los reclusos".

A pesar de su gravedad y urgencia, el problema del envejecimiento ha sido prácticamente ignorado por los políticos, que ven pocos incentivos o beneficios, en términos de popularidad y consenso, por afrontarlo. Sin embargo, al descuidarlo, la clase dirigente evade sus responsabilidades, sobre todo por lo que respecta al objetivo principal de estas estructuras que es la rehabilitación, es decir, ayudar a los delincuentes a reformar su comportamiento y reintegrarse a la sociedad.

En los últimos meses se han propuesto en el Parlamento cinco proyectos de ley relacionados con cuestiones penitenciarias, pero ninguno de ellos plantea el envejecimiento de la población. Park Soon-yong, un funcionario penitenciario de alto nivel de la sede regional de Daejeon, ha propuesto varias ideas para mejorar el sistema. Una de ellas es desarrollar programas educativos más eficaces para los reclusos de edad avanzada. Otra sugerencia es construir nuevas instalaciones para los reclusos mayores e incorporar agentes penitenciarios especializados en su atención y educación.

"Por otra parte, construir nuevas instalaciones exclusivamente para reclusos ancianos cuesta una cantidad considerable de dinero", advirtió Park. "Además, una iniciativa de este tipo podría provocar quejas y preocupaciones de parte de quienes piensan que el sistema penitenciario se transformaría en una especie de centro de cuidado y asistencia" para ancianos.

El envejecimiento de la población carcelaria es un reflejo de un cambio más amplio que está se está verificando en el país debido a la persistente baja tasa de natalidad que desde hace años caracteriza a Corea del Sur, donde se está produciendo un verdadero invierno demográfico. Y siempre según el informe anual del Ministerio de Justicia, el número de funcionarios penitenciarios de entre 40 y 50 años también representa en 2023 casi el 75% del total.