Continúa la tragedia de la Iglesia rusa, golpeada por el Covid-19
En estos día murió el párroco de la iglesia de la Dormición en el centro de Moscú. Murió también uno de los más controvertidos starets el archimandrita de 93 años Pedro (Kucher), del monasterio de Bogoljubovo: exaltaba a Stalin e Iván el Terrible. Por consejo de los médicos, el patriarca Cirilo renunció a celebrar en público la misa de Pentecostés. Peregrinos a Velikoretsk rechazados por la población por temor a las infecciones.
Moscú (AsiaNews) - No obstante el optimismo con el cual también Rusia se abre a la Fase 2 de la cuarentena por el Covid-19, la pandemia parece no perder fuerzas, manifestando ulteriores picos de infección: en las últimas 24 horas casi 9 mil personas resultaron positivas. Crecen también los decesos, sobre los cuales las informaciones oficiales son claramente deficitarias.
En la Iglesia ortodoxa se registran ulteriores casos de muerte por el coronavirus. Una de éstas se refiere al párroco moscovita, el protoierej Miguel Vasilev, de 65 años (Foto 1), de la iglesia de la Dormición en la Sloboda de los Cosacos, en pleno centro de la capital. La Iglesia, como las otras iglesias rusas, habían sido reabierta a la participación de los fieles desde el 6 de junio, si bien con mascarillas y distanciamientos. El p. Miguel era asistente espiritual en el Estado Mayor del ejército y se ocupaba de la base militar apenas afuera de Moscú para los regimientos de la artillería estratégica.
El 6 de junio falleció también uno de los más ancianos y controvertidos starets de Rusia el archimandrita de 93 años Pedro (Kucher, Foto 2), padre espiritual del monasterio de Bogoljubovo en Vladimir, donde todavía surge el palacio de Andrej Bogoljubskij, uno de los más importantes príncipes de la Rus’ de Kiev del S. XII. El p. Pedro era uno de los líderes más simbólicos de la “ortodoxia patriótica”, sostenía abiertamente tesis monárquicas y antiglobalistas, exaltaba las “conquistas espirituales de la época soviética” y la grandeza de José Stalin, “guía donada por Dios”. En su iglesia exponía regularmente el ícono de Iván el Terrible, del cual pedía la canonización.
En la diócesis de Cherkasy en Ucrania murió el 5 de junio uno de los más jóvenes clérigos del patriarcado de Moscú, el protoierej Dionisio Grunin (Foto 3) de solo 34 años, después de pocos días internado en terapia intensiva. En un primer tiempo la diócesis había hablado de una enfermedad oncológica, pero en realidad el joven sacerdote había sido víctima de una forma virulenta del coronavirus. El p. Dionisio era párroco de la iglesia Madre de Dios “Alegría de todos los afligidos”, en la clínica para los inválidos de la ciudad de Cherkasy. También en el monasterio de Alatyr, en la región de Chuvashja, se infectaron 18 d las 22 monjas residentes y así también una parte consistente del monasterio masculino de la misma ciudad. Hace pocos días había muerto el anciano metropolitano de Chuvashja, Varnava (Kedrov). También el Rabino jefe de Rusia, Berl Lazar, se había enfermó de coronavirus y fue internado en el hospital. El mismo patriarca Cirilo (Gundjaev) renunció a celebrar la solemnidad de Pentecostés del domingo 7 de junio, bajo consejo médico y para no comprometer la solemne consagración de la iglesia de la Victoria l próximo 22 de junio”, como recita el comunicado del patriarcado. Hasta ahora el patriarca celebrará solamente privadamente; en las redes sociales, diversas personas comienzan a proponer un “lugarteniente patriarcal”, vista la prolongada ausencia de la Iglesia rusa del servicio pastoral.
En Velikoretsk concluyó la gran peregrinación del ícono milagroso d S. Nicolás, a la cual han participado alguno miles de peregrinos de toda Rusia, no obstante las prohibiciones formales por el peligro de las infecciones. Muchos habitantes de los pueblos a lo largo del recorrido rechazaron de recibirlos, alimentarlos y saciar su sed, como sería la tradición, colgando en los portones y en las rejas carteles que decían “Cuarentena- Prohibido el ingreso a los peregrinos” (Foto 4). También los médicos de la ciudad de Velikoretsk, meta final de la peregrinación, se negaron atender a los peregrinos y los negocios de alimentos permanecieron cerrados, dejando a los fieles en ayunas.
27/05/2020 12:33