Con los diálogos China-Vaticano por delante, un plan quinquenal para sinizar la Iglesia y someterla al PCC
No hay detalles precisos referidos al plan. La sinización fue lanzada por Xi Jinping en 2015, exigiendo una asimilación de la cultura china, la independencia de las “fuerzas extranjeras”, y la guía del Partido Comunista. Un nuevo encuentro entre las delegaciones china y vaticana tendrá lugar a principios de junio. Pero son pocos los que se muestran optimistas. Para el arzobispo de Taipéi, no hay acuerdo alguno. Se debe prestar atención ante cualquier “Biblia pastoral”, que pretenda re-interpretar el Evangelio, adaptándolo al comunismo.
Beijing (AsiaNews) – La Asociación Patriótica de los católicos chinos (AP) y el Consejo de obispos chinos (COC) han emprendido un “Plan quinquenal de desarrollo para la sinización de la Iglesia católica en China”. El plan fue aprobado por aclamación en el Cuarto encuentro común de los dos organismos nacionales, celebrado la semana pasada, y en el cual participaron líderes de las dos organizaciones, que, en ambos casos, no cuentan con el reconocimiento de la Santa Sede.
Al intervenir en el encuentro, Yu Bo, vicedirector de la Administración Estatal de Asuntos religiosos, explicó que “el cuarto encuentro conjunto está orientado a implementar más profundamente el espíritu del Noveno Congreso Nacional del Partido Comunista chino (PCC) de octubre de 2017, y el espíritu de la Conferencia nacional sobre actividades religiosas de abril de 2016, concentrándose en la aprobación de un plan a cinco años, para avanzar en la sinización de la Iglesia católica china”.
La “sinización” de las religiones y de la Iglesia católica china es una cuestión que se lleva adelante desde el 2015, cuando el presidente Xi Jinping participó en una reunión del Frente Unido (el organismo encargado de supervisar todas las realidades no-comunistas de la China). Ésta conlleva:
a) la creciente asimilación de la cultura china a la expresión religiosa, eliminando las “influencias extranjeras”;
b) “ser independientes de la influencia extranjera” (que significa prescindir del mandato de la Santa Sede para las ordenaciones episcopales);
c) sumisión al Partido, porque el mismo debe ser la “guía” de las religiones y “mantenerse firmemente en su rol de comando de todas las actividades religiosas”
Hasta ahora, no ha habido ningún pronunciamiento preciso sobre el plan quinquenal; en el comunicado de prensa difundido el 22 de mayo, que fue publicado en el sitio de la AP-COC, tampoco se brindaron detalles al respecto. Ciertos observadores católicos de China piensan que este silencio apunta a no ofender en demasía al Vaticano, puesto que entre Beijing y la Santa Sede aún se están desarrollando negociaciones respecto al perdón que el Papa podría conceder a algunos obispos ilícitos, entre los cuales se cuentan los líderes de los dos organismos.
Pueden hallarse algunos indicios del plan quinquenal en un artículo del “Minzu Bao” (el periódico oficial en temas étnicos y religiosos) del 25 de julio del año pasado, en la misma época en que se desarrollaba el encuentro conjunto entre la AP y el COC. En la nota se afirma que el plan prevé cinco aspectos vinculados a la sinización:
1. Una acción unitaria para el desarrollo de la Iglesia en China;
2. Comprender la historia de la Iglesia en China;
3. Guiar el estudio teológico de la Iglesia en China;
4. Implementar nuevas etapas para la evangelización y el trabajo pastoral;
5. Concentrarse sobre las expresiones de sinización de la Iglesia en la arquitectura, en las artes, en la liturgia.
El Cuarto encuentro conjunto se da precisamente mientras fuentes eclesiales dicen, tanto en China como fuera del país, que la próxima semana habrá un giro en las negociaciones entre China y el Vaticano. En febrero pasado circularon rumores de un presunto encuentro entre las delegaciones china y vaticana en marzo, el cual, sin embargo, no se realizó. Ahora hay rumores que incluso añaden que, de ser positivo el encuentro a realizarse a principios de junio, habrá otro a fin de mes para sellar el acuerdo.
En general, los católicos chinos no parecen muy optimistas respecto a la firma del acuerdo. En los últimos meses, han surgido episodios de violencia dirigidos contra la Iglesia (en Henan, la prohibición del ingreso de los menores de edad a la iglesia; en Xinjiang, destrucciones de todo tipo, etc…) Incluso más, en Internet un bloguero anónimo llegó a publicar una lista de 20 obispos que la Santa Sede habría nombrado luego de iniciados los diálogos entre China y el Vaticano, en 2014, sin el consenso de Beijing, pasando por alto una de las condiciones de las negociaciones.
En una entrevista concedida al South China Morning Post fechada el 18 de mayo pasado, Mons. John Hung Shan-chuan, arzobispo de Taipéi, declaró que el Papa Francisco le dijo que él jamás pondrá en riesgo los principios católicos, en nombre de las negociaciones, y que el poder para nombrar obispos debe permanecer en manos del pontífice. Es por esto que aún no se llegó a un acuerdo conclusivo en los diálogos, concluye Mons. Hung.
El plan de “sinización” también abarca a la Iglesia protestante, y fue aprobado en el pasado mes de abril. Se han difundido rumores según los cuales el Partido Comunista querría “re-escribir la Biblia”. En realidad, según los estudiosos protestantes, esta idea es ridícula, pero los cristianos debieran estar atentos ante cualquier intento de re-interpretar la Biblia, como sucedió en un pasado reciente en América Latina, cuando surgieron las “Biblias pastorales” que se proponían re-interpretar el mensaje evangélico, acercándolo a la ideología comunista.
30/12/2016 12:44
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