Como en China, un funcionario decidirá quién puede entrar y salir del territorio de Hong Kong

El movimiento democrático impugna la nueva ley. Colegio de Abogados: ahora el Ejecutivo podrá impedir la salida de activistas y opositores políticos, una decisión que corresponde a los jueces. Carrie Lam: la medida pretende frenar la inmigración ilegal. Preocupación por los titulares de pasaportes extranjeros británicos.

Hong Kong (AsiaNews/Agencias) – El jefe de la Oficina de Inmigración de la ciudad podrá prohibir la entrada y salida de personas de la ex colonia británica. La medida está contenida en un proyecto de ley aprobado ayer por el Parlamento local (LegCo).

El Frente Democrático impugnó la medida, y lleva meses boicoteando las sesiones del Legco, para protestar contra la expulsión de algunos diputados que se oponen al establishment. Su temor es que las autoridades apliquen el mismo tipo de prohibiciones que el gobierno central chino utiliza para impedir la expatriación de activistas y opositores políticos. Según el principio de "un país, dos sistemas", Hong Kong debe mantener un sistema político, económico y jurídico distinto del de la "madre patria".

Para el Colegio de Abogados de la ciudad, la nueva ley otorga demasiados poderes discrecionales al funcionario de inmigración, un cargo no electivo. Muchos abogados dicen que son los tribunales los que deben decidir quién puede entrar o salir de Hong Kong, pero jamás un burócrata.

El ejecutivo de Carrie Lam argumenta que la medida sólo se aplica a los que llegan a Hong Kong y es necesaria para combatir la inmigración ilegal. Varios observadores responden que el proyecto de ley de inmigración está redactado de forma tan vaga que permite a las autoridades impedir que los residentes y los viajeros (incluso aquellos que viajan por negocios) salgan de la ciudad. Es el mismo problema que plantea la draconiana Ley de Seguridad Nacional: es a tal punto genérica, que todas las formas de disidencia podrían entrar en su campo de acción.

Las figuras demócratas temen que el gobierno de la ciudad ahora prohíba que los residentes que son titulares de pasaportes británicos vivan y trabajen en Gran Bretaña -en última instancia, con la intención de castigar el movimiento de protesta, . Desde enero, Londres permite que los titulares de pasaportes británicos soliciten la residencia. La medida podría beneficiar a 2,9 millones de residentes en Hong Kong, y a 2,3 millones de personas a su cargo.