Colombo, derechos de los tamiles: la reconciliación todavía está lejos
La denuncia se hizo en un seminario promovido por el Movimiento de Solidaridad Cristiana en el aniversario del "julio negro" que desató la guerra civil en 1983. En la India todavía hay 107 campos de refugiados con 58.000 tamiles que no son reconocidos como ciudadanos en ninguno de los dos países. El desafío de una educación que ayude a los grupos étnicos a convivir desde la infancia.
Colombo (AsiaNews) - Se cumple en estos días en Sri Lanka un nuevo aniversario del "julio negro", la terrible ola de violencia contra los tamiles que en 1983 dio comienzo a la larga y sangrienta guerra civil. Es una herida que sigue abierta en el país y el Movimiento de Solidaridad Cristiana organizó una campaña para ayudar a superar las tensiones étnicas que aún persisten al cabo de 38 años.
El acto central fue un encuentro que se llevó a cabo el 20 de julio en el Centro Maradana para la Sociedad y la Religión. La ponencia más importante estuvo a cargo del monje budista Udawala Nanda Thero: “Las verdaderas razones que condujeron a esa tragedia - dijo - todavía no se han abordado. Se han introducido leyes, pero no soluciones realistas. Debemos preguntarnos con sinceridad hacia dónde vamos. En la Sri Lanka de hoy, ¿estamos realmente siguiendo los pasos de Desmond Tutu o Martin Luther King? No, solo estamos siguiendo una ideología que divide entre minorías y mayoría. Lo que necesitamos es una lengua común y una educación que ayude a los tamiles, cingaleses y musulmanes a convivir desde la infancia".
El padre Marimuttu Sathivel, sacerdote anglicano de la etnia tamil, también dio su testimonio. “En 2003 - recordó - se otorgó la ciudadanía a las personas de origen indio, pero no a los que habían huido a la India debido a la guerra. Todavía hay 107 campos de refugiados en distintos lugares de la India y 58.000 personas que no son reconocidas como ciudadanos en ninguno de los dos países. Eso es lo que queda del julio negro de 1983”.
“El pueblo tamil - agregó el padre Sathivel - todavía no ha sido incluido en el proceso de desarrollo económico de este país. Actualmente hay 146.000 trabajadores en las plantaciones de las colinas, pero un número de jóvenes tres o cuatro veces mayor trabajan en Colombo, en fábricas o como sirvientes, sin ningún tipo de protección. El racismo se sigue perpetuando. Solo queremos el derecho a vivir seguros en esta tierra”.
Al finalizar el encuentro promovido por el Christian Solidarity Movement, los participantes realizaron una protesta simbólica en el Lipton Circus de Colombo, enarbolando pancartas con las consignas "No al racismo" y "Protección para los derechos de las minorías".