Colombo, sector de la indumentaria en crisis: 50.000 trabajadores despedidos
Hay 300 empresas fabricantes que emplean a 350 mil trabajadores y confeccionan prendas para decenas de grandes marcas internacionales. Sindicatos: las empresas "también cerraron instalaciones enteras sin pagar siquiera las míseras indemnizaciones recomendadas por el gobierno". La industria representa más del 50% de los ingresos totales de exportación del país.
Colombo (AsiaNews) - Unos 50 mil trabajadores de la industria de la indumentaria perdieron su empleo a causa de la crisis económica. El país tiene más o menos 300 empresas manufactureras que emplean a 350 mil trabajadores, que a su vez sustentan a unos 700 mil miembros de sus familias. Estas empresas producen prendas para decenas de grandes marcas internacionales con sede en Estados Unidos y Europa, como Victoria's Secret, Marks & Spencer, GAP, Tommy Hilfiger y VanHeusen.
Nilantha Kaluarachchi, empleado de la zona franca industrial "A" de Biyagama, explicó a AsiaNews que "varios propietarios de fábricas de indumentaria de Sri Lanka no sólo recortaron puestos de trabajo y salarios, sino que cerraron instalaciones enteras sin pagar siquiera las míseras indemnizaciones que recomienda el Gobierno. Los ingresos básicos mensuales de muchos trabajadores que luchan contra la hiperinflación cayeron a unas 25 mil rupias [69 dólares]".
Según el secretario de la Asociación de Fabricantes, Dhammika Fernando, "hay una reducción de trabajadores en las fábricas y algunas empresas redimensionaron sus operaciones, mientras que las empresas con 400-500 trabajadores abren cuatro días a la semana. Los trabajadores de estas fábricas tienen que trabajar 10 horas al día sin excederse".
"En la última reunión del Consejo Nacional del Trabajo se decidió permitir una semana laboral de cinco días durante el resto del año, siempre que no se pueda emplear a nadie los sábados. Pero la industria de la indumentaria quiere obtener permiso para que los empleados trabajen los sábados", añadió Fernando.
Según el secretario conjunto del Sindicato de Empleados de Zonas Francas y Servicios Generales, Anton Marcus, "los empresarios esperan una serie de reformas laborales que preocupan a los sindicatos: aumentar el número de horas extra al mes de 60 a 75 horas y ampliar los turnos nocturnos de las mujeres de 10 a 15 días. Esto impediría a las empresas contratar más trabajadores aprovechando al máximo su mano de obra".
"Cerca de 50 mil empleados del sector de la indumentaria fueron despedidos, sus salarios desaparecieron de la noche a la mañana tras una rápida devaluación de la moneda, a pesar de que su trabajo sigue enriqueciendo a los tres grandes conglomerados de fábricas de indumentaria del país y a sus importantes clientes, entre ellos grandes marcas internacionales", señaló Anton. La mayoría de los trabajadores tampoco cobran el "subsidio de emergencia" mínimo de 10.000 rupias (27 USD), destinado a ayudarles a superar la crisis, a pesar de que los salarios básicos actuales están muy devaluados. Anton explicó que se les pidió a todas las marcas que se abastecen en Sri Lanka que garanticen el pago mensual del subsidio de emergencia a los trabajadores de su cadena de suministro.
El director de operaciones de la fábrica de la zona franca de Katunayaka, Dasun Amaranayake, afirmó que "algunas fábricas dan a sus empleados una ayuda extra, como una prima mensual de 500 rupias (1,37 dólares) o un paquete de comida si nunca se han tomado un día libre". Con los ajustes salariales y de prestaciones, los trabajadores reciben mensualmente entre 20.000 y 23.500 rupias (55-65 dólares). Sin embargo, se trata de una cantidad insuficiente si se tiene en cuenta que, antes de la crisis económica, los salarios de los empleados apenas llegaban al nivel de subsistencia y entonces valían entre 120 y 175 dólares al mes".
"Los empleados del sector de la indumentaria, en su mayoría mujeres, emigraron de sus aldeas para mantener a sus familias, y son la base de una industria que representa más del 50% de los ingresos totales por exportación de Sri Lanka. Sin embargo, sufrieron todas las crisis que han azotado al país en los últimos años: durante la pandemia de Covid-19, los ingresos de esta industria se consideraron demasiado importantes como para dejar que los trabajadores se aislaran, lo que provocó epidemias masivas en las fábricas y en los hogares de los trabajadores. En los tres primeros meses de la pandemia, los trabajadores de la industria indumentaria perdieron alrededor del 40% de sus salarios. Mientras tanto, el Gobierno no está interesado en el diálogo entre las partes sociales interesadas", señaló Dasun.
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