China saquea los últimos bosques de Senegal
En un video filmado con un dron, el ex ministro senegalés de Ambiente denuncia a los traficantes de madera kosso (una de las maderas más apreciadas), que l venden a los mercantes chinos. La frontera con Gambia es desde hace años la ruta privilegiada de los contrabandistas de madera y los bosques están casi desapareciendo. Continúa el “nuevo imperialismo” de Beijing, que invierte en África, sin siquiera plantear la cuestión de los intereses por explotar las riquezas del suelo.
Dakar (AsiaNews/Le Monde)- Los últimas bosques de Senegal son explotados, saqueados y vendidos en el mercado chino, dejando tras de sí sólo desierto. Es cuánto surge de las imágenes publicadas por Haidar El Ali, ex ministro senegalés de Ambiente, que denunció a su gobierno por no haber tomado medidas contra el contrabando sin fin de las reservas del territorio.
Las filmaciones, realizadas por un dron a cincuenta metros del suelo en la frontera entre la región Casamance y Gambia, registran a algunos traficantes de madera kosso, de una calidad muy apreciada y vendida en el mercado del lujo. En Bodjo Sare, a un kilómetro de la frontera, se ve a miles de troncos alineados en el suelo que son cargados por decenas de hombres en camiones. La carga va luego derecho rumbo a Banjul, la capital de Gambia, donde se la venden a los comerciantes chinos.
La madera kosso es una especie protegida por el código forestal senegalés y su exportación está prohibida desde 1998. Para proteger la falta de bosques, Gambia autorizó a una sola sociedad para la exportación de madera. La frontera entre los dos Estados es una línea imaginaria en medio de la sabana, donde los últimos árboles están desapareciendo.
Las imágenes, tomadas por el dron a principios de marzo, documentan también la inactividad del gobierno senegalés y la complicidad del gambiano en el tráfico de las maderas, que fue iniciado en el 2010: “El gobierno no está en grado de controlar la región de Medina Yoro-Foula -afirma El Ali-, donde se establecieron los chinos, saqueando y contaminando el país, en tanto el desierto avanza cada vez más”. El ex ministro envió el documental al presidente senegalés Macky Sall. “Algunos militares fueron enviados a inspeccionar- explica El Ali- pero no es suficiente. Es necesario crear unidades móviles de hombres que estén determinados a hacer que cese la explotación y a eliminar a los agentes corruptos”.
A mediados de 2015, Senegal había anunciado el reclutamiento de cuatrocientos agentes suplementarios para hacer frente al tráfico de madera en Casamance. En los últimos meses, las relaciones entre Gambia y Senegal se volvieron tensas, después del arresto de tres agentes senegaleses en el país fronterizo.
El comercio ilegal de madera involucra a toda Africa occidental, que se convirtió en la mayor fuente de aprovisionamiento de los mercados chinos. En 2015, más de la mitad de la madera roja importada a China provino de África, de la cual tres partes provenían de los países del oeste de dicho continente. Gambia, no obstante la falta de bosques, es el segundo proveedor, después de Nigeria.
Desde hace años, China está desarrollando su esperanza en África llevando inversiones-que a menudo son donaciones- sin plantear condiciones financieras, políticas o sociales a la dirigencia de los países. A cambio de ello, Beijing pide poder comprar las materias primas y poder exportar sus producciones, que ponen a veces en peligro la supervivencia de la industria local. Entre el 2000 y 2011 China gastó más de setenta y tres millardos de dólares, invirtiendo en recursos naturales, mineros y pozos de petróleo en el continente.
12/09/2022 15:09