China está estudiando un submarino capaz de llegar a San Francisco en 100 minutos
Beijing
(AsiaNews / Agencias) - Cómo llegar a San Francisco de Shanghai, viajando bajo
el agua, en menos de 100 minutos. O nadar con un traje de neopreno que hace que
el movimiento de un cuerpo en el mar sea tan ligero como el aire. Lanzamiento
de un misil, finalmente, capaz de destruir un portaaviones desde el fondo del
océano sin ni siquiera darle tiempo a darse cuenta de la amenaza. ¿Son las
posibles aplicaciones de una nueva tecnología desarrollada por científicos
chinos del Institute of Technology de Harbin que, junto con los del Heat Transfer Lab, se están centrados en "supercavitación".
De acuerdo con Li Fengcheng, Profesor de Ingeniería de líquidos, la novedad de su
equipo sobre el problema es "revolucionario". Para explicarlo, sin
embargo, tenemos que volver a la guerra fría: en este período, los soviéticos
desarrollaron una tecnología conocida simplemente como "supercavitación"
que consistía en la inserción de un objeto bajo el agua - por ejemplo, un
submarino o un misil - dentro de una burbuja de aire. De esta manera se evita la
fricción del agua contra el objeto, de modo que fue capaz de alcanzar una
velocidad de unos 370 kilómetros. En teoría, con esta técnica se podía alcanzar
la velocidad de sonido bajo el agua, o 5.800 kilómetros por hora.
Sin embargo, la aplicación práctica de supercavitación mostró de inmediato dos
enormes problemas. La primera es que el objeto que desea mover se debe poner en
marcha en el agua a alta velocidad (al menos 100 kilómetros por hora) para que
pueda desarrollar y mantener la burbuja de aire; la segunda es que es prácticamente
imposible de maniobrar, dado que la burbuja que permite se ejecute debe al
mismo tiempo mantenerse cerrada.
Para el profesor Li, estos problemas han sido resueltos gracias a una idea: el
objeto que "vuela en el agua" se envuelve anteriormente en una
membrana de líquido especial, adherente a su forma, que produce consistentemente
una especie de "gel de ducha "que reduce casi por completo el efecto de
la fricción. De esta manera se reduciría la velocidad para entrar en el estado
de supercavitación a 75 kilómetros por hora, y sobre todo se evitaría el grave
problema de la imposibilidad de maniobra.
Los detalles no han sido revelados, pero sin duda serán necesarios muchos años
antes de la aplicación práctica de esta tecnología. Por el momento, además de
China están interesados en proyectos similares también Rusia, Alemania, Irán y
Estados Unidos. Sin embargo, los expertos de los distintos países no se
enfrentan entre sí acerca de los diversos descubrimientos ya que se considera una
innovación de guerra y por lo tanto protegidos por el secreto de Estado.
24/08/2016 10:27
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