China, el fin de la ley del hijo único “no cambia nada. No podemos permitirnos tener familias numerosas”

La población recibe con agrado la decisión de eliminar la política, vigente por decenios, que fuera implementada en 1979 por Deng Xiaoping, y que causara alrededor de 400 millones de abortos. Pero la sensación general es que la sociedad está ya marcada por la idea de tener como máximo un heredero. Las voces de la gente común en la calle, recogidas en Beijing, Shangai y Guangzhou.

Beijing (AsiaNews) – El fin de la política del hijo único en China, vigente por decenios, fue recibido con agrado, pero la población promedio no considera que esto pueda cambiar en modo alguno la sociedad china. Es lo que surge de un largo informe publicado hoy en el South China Morning Post, que ha escuchado las voces de “la gente común” en Beijing, Shanghai, Guangzhou y en otras ciudades del territorio nacional. La sensación es que ya es demasiado tarde para que haya un cambio verdadero en la situación: criar hijos cuesta demasiado, lo salarios -incluso de quienes son graduados universitarios- son demasiado bajos, y la presión ejercida sobre los niños es demasiado fuerte.

“Tengo una niña de 3 años- dice John Ge de Beijing– y podría tenet un segundo hijo, incluso sin la existencia de esta nueva política. Pero estoy feliz de que hayan cambiado las leyes y de que sea posible, para muchas parejas, tener otro niño. Crecer acompañado de una hermana o un hermano es algo maravilloso”.

Yang Shu, también de la capital, agrega: “Soy inmigrante y ya tengo dos niños. Miro con agrado la nueva política, pero muchas parejas elegirán no tener más hijos, no obstante puedan hacerlo. Algunos empleados de mi edad, incluso quienes han estudiado en las mejores universidades, ganan tan sólo 5.000 yuan mensuales (aprox. 720 euros). No es fácil vivir y criar hijos con el costo de vida de Beijing. No es mi asunto decir si estos cambios han llegado demasiado tarde, pero sé que generar un cambio en China jamás ha sido fácil”.

Tom Zhang es de la misma opinión: “No estoy casado y, por lo tanto, estas decisiones no me afectan. Pero incluso si tuviese una esposa, tendríamos que pensarlo bien antes de tener dos hijos. Se necesitan cientos de miles de yuan para criar un niño: ¿cómo atreverse a tener otro? Pienso que es algo bueno que el gobierno haya retirado la restricción. La gente de mi pueblo no sufrirá más abortos o multas onerosas por haber violado la ley. También es cierto que tener tan sólo un hijo ya es un enorme riesgo para las familias, y una enorme fuente de presión para un niño. Si le llega a suceder algo, es un desastre tremendo para sus padres”.

Chen Wenhuan abre otro capítulo: “El número de hijos de una familia es algo que debiera ser decidido por los padres, no por el gobierno. Creo que el cambio ha llegado demasiado tarde, particularmente ahora que la estructura de la población es muy problemática. China ya tiene, de hecho, una sociedad de "cabellos grises". El cambio, que ha llegado demasiado tarde, afectará, por cierto, la economía nacional”.

Ren Yun, manager de 36 años de Shanghai, agrega: “No es mala idea permitirnos tener un segundo hijo. Lamnetablemente es demasiado tarde: durante años mni hijo me ha pedido una hermanita o un hermanitp, pero ahora él ya tiene 10 años y ya es grande para generar un vínculo con un nuevo arribado. No creo que la nueva política pueda lograr hacer crecer sustancialmente la tasa de natalidad, a causa de la pesada carga económica que representa un segundo hijo para la clase media. Si el gobierno no ayuda a las familias numerosas por medio de subsidios, el cambio respecto a la política del hijo único no hará gran diferencia ”.