China, baritas "hi-tech" para saber si la comida está envenenada

Baidu, coloso informático nacional, reveló ayer el prototipo. Los sensores están en grado de evaluar si la comida que se está por comer, está cocinado con aceites sanos o reciclados y cuál sea al pH del agua. En breve, será inserido también un indicador del nivel de la sal. El país siempre más sacudido por los escándalos alimenticios.

Beijing (AsiaNews/Agencias)- Saber si la comida que se está por comer está envenenado, individuar los niveles de pH del agua usada para la cocción, hasta un indicador para la sal. Es cuánto están en grado de hacer las baritas "hi-tech" presentadas ayer en la Conferencia anual de Beijing para los desarrollistas de Baidu, coloso informático chino. El fundador del grupo, el millonario Robin Li, declaró: "Representan un nuevo modo de percibir el mundo".

Seguramente, el prototipo mostrado a la prensa representa una garantía para los innumerables escándalos alimenticios que desde hace años azotan al país. Dotado de dos sensores- uno rojo y otro azul- el par de baritas está en grado de evaluar si la comida con la cual se entra en contacto está cocinada con aceites sanos o reciclados en modo ilegal. Desde el punto de vista técnico, explica el vocero de la compañía káiser Kuo, un sensor sobre la parte externa de la barita evalúa la acidez y la temperatura del aceite: "de este modo, basándose en parámetros estándar, se entiende de dónde proviene". El otro censor, el azul, evalúa en cambio al pH del agua e individua las partículas tóxicas.

En el futuro, agregan los dirigentes de la compañía, un tercer indicador evaluará los niveles salinos de la comida. Sin embargo el prototipo, nacido en abril de 2014, no está aún en comercio. Según Kuo: "No tenemos aún decidido si ponerlo o no en la producción. Por ahora los resultados de los test de adquisición son positivos". También porque la población siempre tiene más miedo en relación con las compras de comida.

China es conocida por el gran número de escándalos relacionados con la producción industrial de masa. En práctica, cada sector relacionado con la venta al público- desde el alimenticio al farmacéutico- fue golpeado en los años pasados por crímenes relacionados con la composición y el usufructo de las materias primas. Los casos más conocidos son el de la leche en polvo a la melanina, que causó la muerte al menos de 6 neonatos y más de 300 mil enfermos graves; el de los langostinos al pegamento; el del dentífrico envenenado. No se salva ni siquiera Taiwan, siempre más unida a la economía de China continental.