Católicos vietnamitas exigen justicia (y aseguran el perdón) por el asesinato del P. Thanh, ‘mártir’

de Peter Tran

El superior de los dominicos pide que esclarezca la muerte, pero también asegura al asesino el "perdón cristiano". Es un llamamiento para atenerse al derecho, no a la sangre. La tumba del sacerdote se ha transformado en lugar de peregrinaciones y oraciones de católicos, budistas y ateos. Un equipo de abogados apoya a la familia.

Ciudad de Ho Chi Minh (AsiaNews) - Piden justicia y que se esclarezca el caso- y sobre todo el móvil- del asesinato del padre dominico Joseph Trần Ngọc Thanh, ocurrido a finales de enero, en la víspera de las celebraciones del Año Nuevo Lunar. Y prometen perdonar al asesino, porque, como enseña el Evangelio de Cristo, no se reacciona con violencia ante un acto de sangre, por más brutal que sea,. Esto es lo que subrayan los católicos vietnamitas, todavía conmocionados por la muerte violenta del joven sacerdote -en circunstancias poco claras- mientras administraba el sacramento de la confesión. En tanto, su tumba es el destino de incesantes peregrinaciones de fieles, cristianos y no cristianos, que quieren rendir homenaje a su memoria.

El 7 de febrero, el padre Toma Aquino Nguyễn Trường Tam, superior provincial de los dominicos, se reunió con un grupo de abogados y expresó su apoyo a la familia del sacerdote, que ahora recibe constante asesoramiento y apoyo del equipo de letrados. La dirección de la orden, junto con la diócesis de Kontum, está estudiando el nombramiento de un consultor de parte en la investigación y está preparando una memoria sobre el clérigo ( que se enviará a los investigadores). El sacerdote asesinado había sido ordenado en 2018 y desde el año siguiente trabajaba en la parroquia de Đắk Mót como vicario adjunto. El funeral se celebró el 31 de enero en el Monasterio de San Martín en Biên Hòa, provincia de Đồng Nai, mientras que el cuerpo fue enterrado en los terrenos del monasterio dominicano de la zona.

En diálogo con AsiaNews, el padre Toma Aquino dijo que la orden exige que se investigue y esclarezca el caso del sacerdote asesinado, y esperan que "pronto se lleve a cabo un juicio público". Al mismo tiempo, pide que se aplique "la ley y la justicia" previstas en el Código Penal vietnamita, pero "con espíritu católico", porque "no queremos venganza" ni derramar "la sangre de otra persona", dice, y tampoco quieren compensaciones "materiales". "Sólo queremos saber cuáles fueron los motivos que armaron la mano del asesino, para evitar más violencia". Pero todos lo perdonamos". El alma del sacerdote asesinado era "bondadosa, humilde, diligente, santa y comprometida" y se recibieron muchos mensajes de condolencias y cercanía de varias órdenes religiosas. Su muerte", concluyó, "es un martirio", concluye el padre Aquino.

Los restos del P. Thanh fueron sepultados cerca de la estatua de la Virgen María, en la colina, y el lugar se ha convertido en una meta de peregrinación constante de católicos y no católicos, que encienden incienso y rezan delante de la tumba del sacerdote. Joseph Phan. Un fiel de la ciudad de Ho Chi Minh, dijo a AsiaNews: "Me conmovió y ansiaba rezar delante de la tumba del padre Thanh, muchas personas hacían cola en silencio. Todos parecían sentir el amor y el coraje del misionero en los Altiplanos Centrales". Los creyentes de otras religiones y los ateos también rezaron y colocaron coronas de flores. En una tarjeta se lee: "Dios es amor. Soy ateo. Pero estoy aquí para rendir homenaje al Padre Joseph”. Al igual que él, en el exterior, cientos de monjes budistas rezaron por su alma, siguiendo las escrituras budistas, frente al altar. De inmediato, la imagen se volvió viral en la web, desatando conmoción entre cristianos y no cristianos.