Cardenal Ranjith y Sirisena: La religión es esencial para construir la unidad nacional

de Melani Manel Perera

El cardenal participó junto al presidente de Sri Lanka en la ceremonia tamil del Thai Pongal. La fiesta fue organizada en un colegio, con el objetivo de promover la paz entre los grupos étnicos a partir de los escolares. Arzobispo de Colombo: “Abandonemos la concepción de la pertenencia en base a la sangre. Unámonos juntos para enfrentar los desafíos”.

Colombo (AsiaNews)- Para la paz y la reconciliación en el país es importante la contribución de las religiones, que hacen superar las divisiones entre las razas y la pertenencia étnica. Es cuánto afirman el presidente Maithripala Sirisena y el arzobispo de Colombo, el card. Malcom Ranjith en ocasión de la ceremonia Thai Pongal, la más importante fiesta tamil que este año se celebró el 18 de enero, en la cual los campesinos se intercambian dones para agradecer la abundancia de la cosecha.

El evento fue organizado junto al Payagala Hindu College en Kalutara (al sur de Colombo) y hospedó también algunas iniciativas culturales y religiosas que tenían como objetivo el promover la paz y la reconciliación a partir de los escolares. En su intervención el presidente Sirisena dijo: “La construcción de la paz y de la reconciliación no sólo a través de la actuación de leyes y la adopción de una nueva Constitución. Esa es posible sólo a través de la doctrina religiosa”.

El card. Ranjith afirmó que “la religión es esencial en la construcción de la unidad nacional”. Sri Lanka sufre todavía por las heridas provocadas por la guerra entre el ejército y los rebeldes tamil, que duró casi treinta años. Por esto resulta fundamental el aliento a la unidad nacional y a los valores humanos.

Estas temáticas fueron subrayadas por el cardenal Ranjith también durante el 150| aniversario de la revista católica, Gnanartha Pradeepaya, celebrado hace meses y al cual ha participado el mismo Sirisena. En aquella ocasión el arzobispo declaró: “Llegó el momento de ir más allá de la división basada sobre la sangre. Es necesario superar la concepción de “Sinha le” (sangre de león, o sea sangre cingalés) y abrazar la noción de “única sangre”, uniéndonos juntos para enfrentar los desafíos delante nuestro”.

“Considero- agregó- que para crear un país realmente unido debemos dejar a nuestras espaldas la modalidad de pensar en nosotros mismos sólo como cingaleses, tamil. Musulmanes, budistas, hindúes o católicos”.

Al mismo tiempo, también subrayó el card. Ranjith: “sería simplista considerar que todos debemos pensar y obrar de un mismo modo. Cuando la mayoría trata de imponer el propio pensamiento sobre la minoría o cuando la minoría propone una visión que se aparta en modo neto del pensamiento común, en estos casos ambas crean obstáculos difíciles de superar en vista de la unidad”.

Es necesario también abstenerse “del creer que todo nos pertenezca. Hay muchas personas- ya sea en el norte como en el sur- que todavía sufren las consecuencias de treinta años de guerra civil. Hoy no podemos permitirnos ceder al odio, a las ideologías racistas y religiosas que pueden encarcelarnos en comportamientos obscuros del pasado”. Al contrario, reafirma el arzobispo, “debemos estar en grado de pensar en modo independiente y comprender las necesidades de la humanidad”.

El presidente Sirisena concluyó la ceremonia del Tahi Pongal lanzando un pedido de colaboración a todos los líderes religiosos del país. Él dijo: “Pido a todos vosotros llevar adelante el objetivo del gobierno de construir la paz y la hermandad entre las personas, eliminando el miedo y la sospecha presente entre las varias comunidades. Las diferencias de raza y religión no pueden funcionar como barrera al proyecto de construir una sociedad libre y justa”.