Cardenal Parolin en la ONU: las religiones tienen la responsabilidad de condenar a los que justifican la violencia con la fe
Ciudad de Nueva York (AsiaNews) - "La gente de fe tienen la gran
responsabilidad de condenar a aquellos que tratan de separar la fe de la razón
y explotarla para justificar la violencia". Lo ha dicho el cardenal Pietro
Parolin, Secretario de Estado, durante el debate abierto sobre los terroristas
extranjeros, el 24 de septiembre en el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, en relación con el tema en la agenda "Amenazas a la paz y la
seguridad internacional causada por actos terroristas".
En su discurso, el cardenal señaló que el terrorismo es ahora un fenómeno global
con "un fuerte componente cultural", que requiere la intervención de
la solidaridad de las naciones, pero que "cualquier acción contra el
terrorismo más allá de las fronteras de la tierra que se encuentra directamente
bajo ataque, tal como se define en el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas,
debe ser sancionada por el Consejo de Seguridad".
Al día de hoy, dijo el cardenal: "el terrorismo constituye una amenaza
fundamental para nuestra humanidad común y compartida, porque deshumaniza tanto
el autor como a la víctima y tratar de destruir la libertad y la dignidad
humana, enraizada en el orden moral natural, sustituyéndolo por la lógica del
miedo, el poder y la destrucción".
"Como nos recordó el Papa San Juan Pablo II a raíz de los trágicos acontecimientos
del 11 de septiembre de 2001, el derecho de los países y los pueblos a defenderse
de los actos de terrorismo no justifica simplemente responder a la violencia con
la violencia, sino que "debe
ejercerse de conformidad con los límites morales y legales en la elección de
los fines y los medios. El culpable debe ser identificado correctamente, porque
la responsabilidad penal es siempre personal y no se puede extender a la nación,
la etnia o la religión de los terroristas".
"La cooperación internacional también debe abordar las causas profundas
del terrorismo internacional que se alimenta a crecer. Por otra parte, el actual
desafío terrorista tiene un fuerte componente cultural. Los jóvenes que van al
extranjero a unirse a organizaciones terroristas son personas a menudo jóvenes
de familias pobres de inmigrantes, decepcionados por lo que perciben como una
situación de exclusión y falta de valores de algunas sociedades opulentas. Junto
con las herramientas legales y recursos para prevenir que los ciudadanos se
conviertan en terroristas, combatientes extranjeros, los gobiernos deben comprometerse
con la sociedad civil para hacer frente a los problemas de las comunidades con
mayor riesgo de reclutamiento y la radicalización y conseguir su integración
social serena y satisfactoria".
El cardenal también recordó la declaración del Papa Francisco durante su viaje
a Albania, que "¡nadie piense que es
capaz de escudarse en Dios mientras que planifica y comete de actos de
violencia y abuso! ¡Nadie se tome la religión como pretexto para sus acciones
contrarias a la dignidad humana y los derechos humanos fundamentales, principalmente
el derecho a la vida ya la libertad religiosa de todos!", y terminó volviendo
a decir que" al mismo tiempo, sin embargo, debe tenerse en cuenta que para
poner fin al nuevo fenómeno del terrorismo, el objetivo de lograr el
entendimiento cultural entre los pueblos y los países, y la justicia social
para todos es esencial".
17/12/2016 13:14
14/10/2020 12:10