Card. Pizzaballa en el Domingo de Ramos: 'Con Jesús no nos dejemos contaminar por el odio'

Las palabras del Patriarca en la procesión del Monte de los Olivos que abrió los ritos de la Semana Santa en una Jerusalén marcada por la guerra: "Estamos aquí para gritar que incluso en estas trágicas circunstancias nuestra única referencia es Jesús". La cercanía a la parroquia de Gaza: "Rezamos con ustedes para que esta noche pase lo antes posible".

Jerusalén (AsiaNews) - "Que el Señor les dé la paz". Con estas palabras tan oportunas, el Patriarca latino de Jerusalén, Card. Pierbattista Pizzaballa, dirigió ayer por la tarde su mensaje a los fieles que en la Ciudad Santa participaron en la procesión desde el Monte de los Olivos que abre las celebraciones de Semana Santa. La marcha hacia la iglesia de Santa Ana es tradicionalmente el momento más festivo de las celebraciones pascuales en Jerusalén; pero este año cae en el momento trágico que vive toda Tierra Santa debido a la guerra en Gaza que dura ya casi seis meses tras las masacres del 7 de octubre.

"Quizás -recuerda el Card. Pizzaballa- en estos meses nos hemos sentido perdidos, desconcertados, solos y sin referencias. Nos hemos sentido aplastados por tanto odio. Esta terrible guerra que parece no terminar nunca hace crecer cada vez más el miedo por el futuro de nuestras familias. Pero hoy -añadió- estamos aquí de nuevo, aunque pocos, sin peregrinos y sin tantos hermanos y hermanas de tantas partes de nuestra diócesis, que no han podido acompañarnos. Esto no nos desanima. Pocos o muchos, es importante estar aquí, y gritar con fuerza y fe que tenemos un referente, Jesucristo. Que no estamos solos ni abandonados, y sobre todo que no tenemos miedo'.

El Patriarca latino de Jerusalén habla desde el corazón de una tierra 'santa pero hoy herida, porque está invadida por tanto odio y rencor. Pero ¡ay de nosotros si nos dejamos contaminar por todo esto!", comenta, "queremos pedir aquí a Dios que preserve nuestros corazones de estos sentimientos de enemistad. Porque no podemos seguir siendo amigos de Jesús, si cultivamos la enemistad en nuestros corazones. No podemos amar a Jesús, si no nos amamos los unos a los otros, y si no tenemos el valor de hacernos cercanos a todos, incluso en las trágicas circunstancias en las que vivimos. Queremos vivir, sufrir y actuar con Él y por Él".

En este espíritu, el Card. Pizzaballa invitó a rezar por la paz en Jerusalén, "una paz que sea acogida cordial y sincera del otro, voluntad tenaz de escucha y de diálogo, caminos abiertos en los que el miedo y la sospecha dejen paso al conocimiento, al encuentro y a la confianza, donde las diferencias sean ocasión de compañerismo y no pretexto para el rechazo mutuo".

A continuación, dirigió un pensamiento especial de cercanía a la parroquia de la Sagrada Familia, la comunidad de rito latino de Gaza: "Sabemos bien lo difícil que es, después de casi seis meses, permanecer dentro de esa noche terrible que parece no acabar nunca", dijo el Patriarca latino, "permanecer unidos y firmes, dentro de la violencia que les rodea y del hambre. Pero les aseguramos que hacemos y haremos todo lo posible para apoyarles y, junto con ustedes, rezamos para que esta noche pase lo antes posible. No se desanimen. También para ustedes, como para todos, llegará el amanecer del tercer día, el anuncio de la resurrección".

A los peregrinos de todo el mundo que acudían en masa, les dijo: " Les estamos esperando. No tengan miedo, vuelvan a Jerusalén y a Tierra Santa. La presencia de ustedes es siempre una presencia de paz, y hoy necesitamos tanto la paz, que nos traigan ustedes su paz".

A la Iglesia de Tierra Santa indicó finalmente el espíritu con el que vivir esta Semana Santa: "Serán días intensos, pero también muy hermosos, nos darán fuerza. Queremos vivir estos días con serena confianza en la intervención de Dios en la historia, en nuestra historia, en nuestra vida. Sí, Él no nos deja solos. Porque sabemos que Aquel que resucitó a Cristo de entre los muertos también nos dará vida a todos nosotros por medio de su Espíritu. Lo creemos, también para nosotros, hoy aquí, y lo confirmamos con alegría y determinación".