de card. Oswald Gracias *

El arzobispo de Mumbai, que representa a Asia en el Consejo de cardenales instituido por el Papa Francisco, comenta el Instrumentum laboris con vistas a la Asamblea de octubre que se ha publicado hace pocos días. "Debemos discutir cómo reconocer a las mujeres el papel adecuado, involucrándolas más en los procesos de toma de decisiones en la Iglesia. Ser inclusivos, acogiendo a todos, no significa cambiar lo que enseña el Evangelio".

Esta semana se publicó el Instrumentum laboris que guiará la segunda sesión de la Asamblea sinodal de octubre, centrada en la pregunta "¿Cómo ser una Iglesia sinodal misionera?". AsiaNews pidió al Card. Oswald Gracias, arzobispo de Mumbai, que representa a las Iglesias de Asia en el C9, el Consejo de Cardenales instituido por el Papa Francisco para colaborar con él en el gobierno de la Iglesia.

Repasando el Instrumentum laboris que acaba de ser publicado he visto que contiene una gran sección sobre las mujeres. En octubre, en el Sínodo, discutiremos mucho este tema. Está muy claro que debemos reconocerle a la mujer el papel que le corresponde, no hay duda. Discutiremos cómo pueden tener un papel más importante en la Iglesia, sobre todo en los procesos de toma de decisiones.

Sin embargo, ante un documento como este, debemos tener presente que la Iglesia es universal. Nuestras situación en la India, la de África, la de Europa son diferentes. Debemos tener presente la sensibilidad de cada uno y también las necesidades pastorales de cada uno.

En el camino sinodal hemos hablado de una Iglesia inclusiva, es decir, capaz de acoger a todos. El Papa se ha ocupado de manera especial por los discapacitados, los marginados y también las personas con una orientación sexual diferente. No los rechazamos como personas. El peligro es que si hacemos alguna declaración, algunos pueden interpretarla como si la Iglesia estuviera cambiando su posición moral sólo para ser aceptada por otros. Eso no es así. La Iglesia es coherente. El Evangelio es muy claro en lo que quiere nuestro Señor. Y el Papa es un hombre de profunda fe y oración, que está guiando a la Iglesia en la dirección deseada por el Señor y el Espíritu Santo.

Por eso el documento que se acaba de publicar no es un pronunciamiento magistral, sino una provocación a la reflexión. En otoño tendremos cuatro semanas de discusiones sobre estos temas. Presentaremos al Santo Padre las conclusiones de todos: las reflexiones de los obispos, pero también de los laicos, de los religiosos, de los párrocos... Luego será el Santo Padre, con sus consejeros y consultores, quien sacará sus conclusiones.

 

Este Sínodo está yendo muy bien. Acabo de regresar de Roma, tuve una reunión con el Consejo sinodal, así como con el Papa, y discutí con ellos el programa. Creo que daremos esperanza y vincularemos el Sínodo al Año Jubilar de 2025. El Año Santo debe servir para dar esperanza a las personas, para dar gracias a Dios y para planificar el futuro. El Sínodo también dará esperanza a la gente, planificará el futuro y agradecerá a Dios por todo el bien recibido.

* arzobispo de Mumbay

con la colaboración de Nirmala Carvalho

 

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