Cadena perpetua para Kavala, en medio del ‘clima tenso’ de Erdogan para las elecciones de 2023

de Marta Ottaviani

El filántropo y activista deberá cumplir cadena perpetua por haber "intentado derrocar" al gobierno con la protesta de Gezi Parki, en 2013. El analista Gultekin, en declaraciones a AsiaNews: no hay "lógica jurídica" en los juicios contra Kavala. El presidente y el partido gobernante planean "crear enemigos" para mantenerse en el poder y ocultar el desastre económico.

Milán (AsiaNews) - Fue un veredicto injusto, luego de un proceso sin pruebas sustanciales. Pero detrás de la cadena perpetua de Osman Kavala podría haber algo aún más inquietante. La creación de un clima de tensión para influenciar la votación del 2023, cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan buscará su tercera reelección consecutiva como jefe de Estado.

Kavala, filántropo y activista por los derechos humanos, es uno de los intelectuales más prestigiosos del país. Su condena a cadena perpetua -por el agravante de los cargos de tentativa de derrocamiento del gobierno de Erdogan, a través de la revuelta de Gezi Parki de 2013- es motivo de gran preocupación.

“Todo el caso presenta interrogantes", explica a AsiaNews Levent Gultekin, periodista y analista del diario Diken. Osman Kavala está acusado en dos procesos diferentes. Fue absuelto en el juicio por espionaje, por el que estuvo detenido durante cuatro años. Luego añadieron la causa por Gezi Parki, donde primero fue absuelto y luego fuertemente condenado. No creo que sea posible explicar todo esto con la "lógica jurídica".

Ciertamente, va a ser difícil de explicar a la parte de Turquía que se sumó con entusiasmo a las protestas de Gezi Parki, en 2013. Se trata de las manifestaciones que hicieron temblar al AKP y a Erdogan, en aquel entonces primer ministro. Desde el domingo -cuando se dictó la sentencia- se realizan protestas en varias provincias turcas, entre ellas Estambul, Ankara y Esmirna, las tres ciudades más grandes del país. Hay mucha impaciencia y tensión por una sentencia teñida de política, en la que se entrevé el ensañamiento del presidente Erdogan contra el filántropo. El caso Kavala también fue duramente criticado en el extranjero, porque no tuvo en cuenta los pronunciamientos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El 10 de diciembre, la justicia turca rechazó la apelación de los abogados de Kavala, que pedían su liberación. Esto, no obstante el Tribunal de Estrasburgo había dictaminado lo contrario.

Pero hay otro aspecto preocupante: la voluntad de desacreditar -a través de la condena de Kavala- a todo el movimiento Gezi Parki. Fueron protestas pacíficas y transversales, que jamás llegaron a convertirse en un movimiento político -en parte por la distancia entre las fuerzas que participaron en ellas. Sin embargo, es evidente que siguen asustando a Erdogan. “Como analista", continúa Gultekin, "creo que intentarán utilizar este proceso contra Kavala y Gezi para las elecciones del 2023. Acusarán a los partidos de la oposición de intentar derrocar al gobierno y probablemente utilizarán este caso judicial para reforzar su campaña electoral. Erdogan dijo hace tiempo que Gezi fue "una iniciativa alevita". Creo que avanzará con este relato, con el fin de crear un enemigo para las próximas elecciones. Los gobiernos autoritarios mantienen su poder gracias a la creación de enemigos".

Turquía atraviesa una situación económica difícil, y la estabilidad económica siempre ha sido uno de los puntos fuertes de Erdogan y el principal motivo de su aprobación. La lira turca lleva tiempo fuera de control y los datos macroeconómicos no prometen nada bueno. Además, la guerra en Ucrania está teniendo un impacto muy negativo. Muchos analistas consideran que las elecciones de 2023 son una oportunidad real para encarrilar al país hacia la democracia. Sin embargo, hay un líder que no está dispuesto a ceder y que hará todo lo que esté a su alcance para que la parte de Turquía que aún le apoya y que está cada vez más radicalizada, se imponga como mayoría. Cueste lo que cueste.