CELRA, mons. Marcuzzo: una Iglesia como comunidad, más fuerte que la pandemia

Del 18 al 21 de octubre se celebró en Abu Dabi la 71ª asamblea plenaria de la Conferencia de Obispos Latinos de la región árabe. El Sínodo, el Covid-19 y la formación de los catequistas fueron algunos de los temas centrales del encuentro. Para el ex vicario de Jerusalén es necesario recuperar "la dimensión de estar juntos".

Abu Dabi (AsiaNews) - "Reencontrarnos como comunidad, encontrarse y reunirse después de la lejanía impuesta por la emergencia sanitaria mundial". Es lo que subraya, en diálogo con AsiaNews, el ex vicario patriarcal de Jerusalén de los latinos, Mons. Giacinto-Boulos Marcuzzo. De esta manera, anticipa uno de los elementos programáticos al término de la cumbre anual de los obispos latinos y los patriarcas del mundo árabe. Fueron "tres días intensos de confrontación" en los Emiratos, añadió, que terminaron hoy a mediodía. En más de un año y medio de Covid-19 "nos hemos acostumbrado a asistir a la misa por televisión, internet o con los distintos medios tecnológicos disponibles. “Pero hemos perdido esta dimensión de estar juntos”, agrega..

Marcuzzo subraya que "este es uno de los aspectos en los que debemos centrarnos en la primera fase del desarrollo del Sínodo" convocado por el Papa Francisco. El elemento de estar juntos también se encuentra en la "celebración de los sacramentos, de la comunión, de la confesión". En este tiempo de pandemia que aún no ha terminado, subrayó el prelado, "hemos descubierto nuestra vulnerabilidad, lo frágiles que somos y lo importante que es estar unidos, ser solidarios, tanto entre las distintas realidades como dentro de la misma diócesis"

Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, Patriarca de Jerusalén de los Latinos, presidió la 71ª asamblea plenaria de la Conferencia de Obispos Latinos de la Región Árabe (CELRA), que tuvo lugar del 18 al 21 de octubre en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos). Además del anfitrión, monseñor Paul Hinder, vicario apostólico de Arabia Meridional y administrador apostólico sede vacante de Arabia del Norte, están presentes ocho obispos y cuatro vicarios patriarcales de la región (Chipre, Jordania, Nazaret y Jerusalén). Las reuniones se desarrollan en la parroquia de San Pablo de Musaffah y en ellas participa parte del personal diplomático del Vaticano en la zona, entre ellos el nuncio apostólico en Kuwait y el encargado de negocios de la nunciatura en los Emiratos.

Antes del inicio del encuentro, la delegación visitó Abu Dabi y rezó por los cristianos de la región, que, siendo una minoría en su propia tierra, a menudo viven en condiciones difíciles, cuando no una persecución abierta. Anoche, los presentes concelebraron una misa en la catedral de San José de Abu Dabi antes de reanudar su trabajo. Entre las cuestiones centrales del debate figuran el calendario y los métodos para la aplicación práctica de los temas del Sínodo 2021-23, el impacto de Covid-19 en la vida de las Iglesias, la educación, el flamante ministerio del catequista y los lineamientos pastorales para la misión.

Uno de los puntos que señala el documento de cierre es la intención de "aprovechar mejor los medios que brinda la tecnología, para unirnos", superando las iniciativas implementadas hasta ahora en plena pandemia. Uno de los ejemplos", dice monseñor Marcuzzo, "es la enseñanza a distancia en las escuelas, que ha demostrado tener sus límites; las escuelas serán el lugar donde se podrán introducir los nuevos proyectos educativos inspirados en Fratelli tutti y Laudato Sì".

Por último, está la cuestión de la "formación del catequista", que tiene un valor central en la educación de la fe, sobre todo en una Iglesia formada en gran parte por migrantes como la de Tierra Santa y la de muchas zonas de Oriente Medio. Tenemos muchos", concluyó el prelado, "pero a menudo no están suficientemente preparados. Hay que crear centros de formación específicamente diseñados para ellos y para la misión a la que están llamados".