Cáritas Líbano: faltan medicamentos y leche en polvo. La gente muere mientras espera

El padre Michel Abboud informa sobre la dramática situación en el país de los cedros. Se desploma el valor de los salarios y la especulación alimenta el mercado negro. Las farmacias convocan a una jornada de huelga para el 11 de junio. Llamamiento a la comunidad internacional y a los libaneses de la diáspora.

Beirut (AsiaNews) - "Se puede encontrar un trozo de pan, eso no falta, pero no tener medicamentos es terrible. Hay hospitales que no pueden pagar a los médicos ni hacer funcionar los equipos, estamos en una situación crítica, pero no queremos morir mientras esperamos una solución a los numerosos problemas. Michel Abboud, presidente de Cáritas Líbano, describe una situación sumamente difícil, tanto desde el punto de vista económico como a nivel político y social. "La raíz de todo esto es la suba del dólar”, prosigue. “Antes un salario equivalía a mil dólares, hoy vale cien; el costo de la vida ha aumentado en todos los ámbitos".

Debido a la escasez crónica de medicamentos, la Asociación de Farmacéuticos Libaneses ha anunciado un cierre "forzoso" de actividades para el día 11 de junio. Los promotores de la iniciativa explican que la medida pretende ser una protesta por el empeoramiento de las condiciones del país: se están agotando las reservas de medicamentos que salvan vidas y hay una grave escasez de leche en polvo para niños pequeños. El producto se vende en el mercado negro a precios exorbitantes, lo que pone en más dificultades a las familias que ya sufren por la crisis.

El sindicato de farmacéuticos cuestiona el absoluto "fracaso de los mayoristas a la hora de garantizar los productos". Ellos denuncian que "los importadores de medicamentos dejaron de entregarlos hace más de un mes, especialmente los remedios para el tratamiento de enfermedades crónicas". "Las existencias de leche de fórmula para niños se agotaron. Sin embargo, se puede comprar online y en las redes sociales al doble del precio. Esto indica que algunos están monopolizando" el stock disponible. La conclusión es que ya se ha cruzado "la línea roja": ya no se pueden encontrar ni siquiera los medicamentos básicos para el tratamiento del Covid-19, en plena pandemia mundial.

"Respecto a la crisis de desabastecimiento, se baraja la posibilidad de que esté en curso un proceso especulativo”, ataca el presidente de Cáritas Líbano. “Estamos viviendo un periodo de grave crisis y carencia, y sin embargo, de repente aparecen los fármacos. Por tanto, la duda es si realmente faltan o si se los oculta para subir los precios o revender los medicamentos en el mercado negro". Es cierto, continúa el sacerdote, que "hemos llegado a un punto de no retorno al quitarle los medicamentos a una población que ya tiene dificultades. Porque sin medicamentos, algunos de los cuales son indispensables, es imposible mantenerse con vida".

El padre Abboud también destaca la contradicción entre una gran mayoría de personas pobres y necesitadas y un pequeño segmento -que ha resurgido en esta última fase tras los cierres y clausuras por la pandemia- que abarrota clubes y restaurantes y parece haberse enriquecido aún más. "Esto significa que en algún lugar está el dinero”, observa. “Si queremos ser positivos, debemos encontrar la manera de redistribuirlo para que puedan beneficiarse más personas. ¡No todo está perdido!".

Hace tiempo que el país de los cedros atraviesa una gravísima crisis política, económica e institucional. En octubre de 2020, el presidente Michel Aoun confió la tarea de formar un nuevo Ejecutivo a Saad Hariri -ex primer ministro en tres oportunidades. Sin embargo, hasta ahora se ha fracasado a raíz de las divisiones internas. Una situación precaria, a la que el Covid-19 y la doble explosión en el puerto de Beirut han dado el tiro de gracia: el 55% de la población hoy vive debajo de la línea de pobreza, en una emergencia continua. La extrema precariedad ha provocado un aumento de los suicidios y una carrera para comprar los pocos medicamentos que quedan: Los hospitales se encuentran en condiciones catastróficas.

"En la crisis libanesa -concluye el presidente de Cáritas- hay muchos factores en juego: no hay que olvidar la guerra en Siria y la enorme afluencia de refugiados, que en el Líbano representan un tercio de la población, o incluso más. Por eso hay que encontrar una solución internacional a la emergencia. Mientras tanto, nosotros, como Iglesia, lanzamos un llamamiento a la diáspora libanesa para que nos siga apoyando en estos momentos de necesidad".