Bomba en Bangkok, 22 muertos y cientos de heridos. Prémier tailandés: el “peor ataque jamás visto”
Bangkok (AsiaNews) - “El peor ataque jamás visto” al país, con el objetivo de “destruir nuestra economía y nuestro turismo”. el Primer Ministro tailandés, Prayuth Chan-ocha, definió de esta manera el ataque con una bomba ocurrido ayer a las 19 hora local en Bangkok, que causó la muerte de por lo menos 22 personas (entre ellos 7 extranjeros) y cientos de personas heridas.en las cercanías del templo hindú de Erawan, una de las más importantes atracciones turísticas de la capital; el lugar se encuentra a poca distancia de la intersección de Ratchaprasong, que fuera escenario de violentas manifestaciones políticas en los últimos años
Hasta el momento no hay reivindicaciones oficiales del hecho y aún no han sido identificados los autores. Por las imágenes capturadas por las cámaras de TV de circuito cerrado se puede ver a un sospechoso en la zona de la explosión, a quien la policía está buscando en este momento.
La bomba habría estado puesta en un lugar muy concurrido, para crear el mayor daño posible. En toda la capital reina un clima de shock y miedo debido al ataque, unidos a la incertidumbre sobre los autores y las motivaciones del gesto. Según los expertos, tras el hecho de violencia podría estar la guerra separatista musulmana en el sur del país, si bien hasta ahora no se registraron ataques fuera de dicha zona.
Entre las otras hipótesis están las tensiones políticas que caracterizaron a Tailandia en los últimos años, una nación dividida entre dos facciones opuestas (“Amarillos”, a favor de la monarquía y ligados a la élite de la capital, contra los “Rojos”, que registran un amplio consenso entre la población del noroeste del país) y escenario de violentos enfrentamientos.
En mayo del año pasado los militares conquistaron el poder a través de un golpe de estado, echando al gobierno de la ex prémier Yingluck Shinawatra, quien ahora está procesada por corrupción. El comandante del Ejército, ahora prémier y líder de la junta militar, ha mantenido en vigor por largo tiempo el estado de emergencia y la ley marcial; recientemente el gobierno aprobó una serie de normas que los críticos definen como liberticidas y que garatizan a los líderes amplios poderes para reprimir toda forma de protesta.
A pesar del clima político cargado de tensiones, hasta ahora no se habían registrado enfrentamientos o violencia en un país que estaba interesado en relanzar su economía y garantizar un período de relativa paz y tranquilidad. La economía misma parece haberse rallentado en el segundo trimestre del año, por una disminución de la demanda y una caída de las exportaciones. Y las previsiones para el futuro -con la devaluación de la moneda china, que podría tener efectos aún más negativos en el mercado local- no parecen inducir al optimismo.
Comentando el ataque que golpeó al corazón de Bangkok, el jefe de la junta refiere que los investigadores están a la búsqueda de una persona de sexo masculino “sospechoso” que fue visto en el lugar de la explosión.“Hoy tenemos un sospechoso - declaró Prayut de 61 años - que fue tomado por una cámara de TV de circuito cerrado pero todavía no está del todo claro ”. Entre otras cosas agregó que dicho hombre tendría una vinculación -si bien no hay una confirmación oficial - “con un grupo opositor al gobierno localizado en el noroeste de Tailandia”, bastión de los “Rojos” fieles al ex prémier Thaksin Shinawatra. “Lo estamos buscando” concluyó el jefe de gobierno.
El atentado podría empujar al gobierno a agravar las medidas represivas y las normas que culpan toda forma de disenso interno, considerando que ya se han registrado arrestos, procesos y condenas de índole política en los últimos meses. “El país está en una situación desesperada” afirma Sunai Phasuk, investigador de la Human Rights Watch (HRW) con base en Bangkok. Para el experto las restricciones impuestas por el prémier han terminado afectando a los ambientes críticos más moderados, favoreciendo que se fortalezcan las pocas voces radicales y violentas, que hoy aparecen como el único camino para oponerse al poder constituido.
El prémier ha postergado ya varias veces la fecha de las elecciones generales, que recientemente se pasaron para el 2016. Detrás de esta lucha por la centralización del poder y el control de los aparatos del Estado podría estar la cuestión ligada a la sucesión del trono, dado que el anciano rey Bhumibhol Adulyadej (87 años) está enfermo y parece incapaz de garantizar un futuro al reino. Prayut es un monárquico convencido y, según los analistas, podría permanecer en el poder hasta que sea definida la cuestión ligada a la sucesión.