Biskek, disputas y escepticismo por las elecciones y el referéndum constitucional

de Vladimir Rozanskij

Varios partidos que no superaron el umbral electoral lanzan acusaciones de “compra y venta de votos". El dato más llamativo es la baja participación: votó el 30,89% de los electores. De una población de 5,3 millones, oficialmente sólo se declaran 200.000 desempleados, pero se supone que son al menos medio millón de personas.

Moscú (AsiaNews) - El 11 de abril se celebró en Kirguistán un referéndum sobre las enmiendas a incorporar en la Constitución, además de los comicios para elegir legisladores y autoridades vecinales. Los ciudadanos eligieron 796 diputados en 28 Keneš (concejos municipales), y 7560 para los concejos vecinales. El hecho más llamativo fue la baja participación en las votaciones. La sección kirguisa de Radio Svoboda informa que votaron 1,25 millones de electores, es decir, el 30,89% de las personas habilitadas (en la capital, Biskek, la afluencia fue del 24,2%).

Según los datos -todavía incompletos-, seis partidos estarán representados en la Asamblea Municipal de Biskek: Emek (14,1%), Ak-Bata (12,4%), NDPK (10,8%), Ata-Jurt Kyrgyzstan (9,7%), Yntymak (8,4%) y Bizdin El (7,9%). Considerando que los partidos que participan en la contienda electoral son 25, el dato confirma la gran fragmentación de la opinión pública kirguisa. En el referéndum, la participación fue del 35,3%; los votos a favor fueron el 80%; los votos en contra, el 13,6% y el 7% de las papeletas fueron declaradas nulas.

Los observadores de la Asamblea Interparlamentaria de la SNG (Confederación de los Estados Independientes, una estructura postsoviética) y de la Asamblea Parlamentaria de la ODKB (Organización para la Seguridad Colectiva, también postsoviética, desde 1992), declararon que las elecciones se desarrollaron mayormente sin irregularidades.

Entre los partidos que no superaron el umbral electoral, un militante de Bir Bol, Altynbek Suleimanov, protestó por las irregularidades en los comicios, acusando la "compra y venta de votos". Bir Bol participó en las elecciones de Oš, y a sus protestas se unieron representantes de Uluttar Birimdigi, Respublika, Butun Kyrgyzstan, Ishenim y Uluu Jurt, que también participaron en las listas de la "capital del sur".

La nueva constitución confirma la forma de gobierno presidencial, e introduce el Khurultai del Pueblo, una especie de "asamblea de los Khanes" de la época del Imperio Mongol. Por ello, la nueva constitución se denomina irónicamente Khanstitutsia. El número de parlamentarios se reduce de 120 a 90, y el presidente electo de Kirguistán no podrá dirigir el país durante más de dos mandatos de cinco años (la norma actual era un solo mandato de seis años, tal como fuera elegido Sadyr Žaparov el pasado mes de enero).

Las encuestas revelan que la principal preocupación de los kirguisos sigue siendo el desempleo. De una población de 5,3 millones, oficialmente sólo se declara la existencia de 200.000 desocupados, pero la realidad indicaría que son al menos medio millón de personas.

Una de las principales calles de Biskek, la calle Lev Tolstoi, es conocida como la "bolsa de trabajo": aquí, a ambos lados de la calle, la gente hace fila cada día a la espera de un posible trabajo de jornalero, generalmente en empleos ilegales en obras de construcción. Como promedio, una jornada de trabajo garantiza el sustento para cinco hijos y dos padres ancianos, con unos ingresos que pueden alcanzar los mil somoni (unos 70 euros). Al menos 300 personas se detienen a diario en la calle Tolstoi en busca de un trabajo.

Al fin y al cabo, con la suba de los precios de los productos de primera necesidad, ni siquiera los ingresos ocasionales sirven de mucho, y la pandemia agrava continuamente la situación. Esta es la razón del escepticismo general manifestado en la baja participación en las elecciones.