Bemmulla, falta de fondos: colapso en un proyecto de autopista abandonado

de Arundathie Abeysinghe

Según un informe del Fondo Monetario Internacional, los costes de construcción de autopistas en Sri Lanka son exorbitantes, unas tres veces superiores a la media mundial. El Presidente Ranil Wickremesinghe había declarado que el segundo tramo de la autopista Central se iniciaría "conjuntamente con China". Mientras tanto, los residentes locales se han visto privados de sus arrozales.

Colombo (AsiaNews) - Una viga de hormigón de 35 metros se derrumbó a lo largo de la principal autopista de Sri Lanka, la Central Expressway. El incidente se produjo el 5 de mayo en el kilómetro 17, cerca de la estación de ferrocarril de Bemmulla. Según la Autoridad de Desarrollo de Carreteras, se considera que otras dos vigas también corren peligro, pero las obras de construcción, paralizadas desde hace tres años, se reanudarán cuando se libere el próximo tramo del Fondo Monetario Internacional (FMI). De hecho, la viga derrumbada se colocó en 2021. En estos momentos hay agua estancada, piezas metálicas, arena, escombros, vigas de acero abandonadas a la oxidación y estructuras cubiertas de maleza bajo los pilares.

Según un informe técnico publicado por el Fondo Monetario Internacional el año pasado, los costes de construcción de las autopistas de Sri Lanka son exorbitantes, unas tres veces superiores a la media mundial.

Durante un discurso sobre el presupuesto para 2024, el Presidente Ranil Wickremesinghe había afirmado que el segundo tramo de la autopista Central, el que va de Kadawatha a Mirigama, se iniciaría "conjuntamente con China". Sin embargo, el equipo de investigación y los ingenieros de la Autoridad de Desarrollo de Carreteras que inspeccionaron el lugar plantearon una serie de dudas sobre el proyecto, que está teniendo un impacto negativo en los aldeanos locales.

Siriyawathie Hettiarachchi, Gunapala Sedara y Sumanasiri Wiiepala, habitantes de Bemmulla, donde se derrumbó la viga, declararon a AsiaNews que funcionarios y contratistas les habían pedido que abandonaran sus arrozales para permitir la construcción de la autopista. A cambio recibirían una indemnización. Pero casi cuatro años después -el proyecto comenzó en 2020-, los residentes locales aún no han visto ninguna compensación. "Alrededor de tres cuartas partes de los arrozales se asignaron al proyecto, pero ni siquiera pudimos cultivar las tierras restantes porque el contratista chino desvió el agua al canal a través de los canales de drenaje. Como resultado, los arrozales restantes están inundados", añadieron.

Según Hemasiri Jayatissa y Menike Karunawathie, de 82 y 85 años, algunos aldeanos cuyas casas resultaron dañadas, al no haber recibido indemnización para reconstruirlas, viven bajo las estructuras abandonadas de la autopista y la policía intenta detenerlos. "Incluso los chicos del pueblo que van a pescar a los canales de desagüe son arrastrados a menudo por la policía porque son sospechosos de vandalismo, a pesar de que los obreros de la obra robaron piezas metálicas y materiales de construcción una vez abandonado el proyecto de la autopista. Algunas paredes de nuestras casas también están agrietadas y vivimos con el temor de que puedan derrumbarse", dijeron.

Algunos agricultores se quejaron de que sus arrozales se inundan durante los días de lluvia porque los constructores del proyecto bloquearon el flujo del canal que lleva el agua a los campos. "Algunos agricultores reciben demasiada agua, mientras que otros no reciben suficiente. Como resultado, nos resulta imposible cultivar y ganarnos la vida. Los afectados deberían recibir una indemnización por los años de tormento debidos a la repentina paralización del proyecto", dijeron.

Mientras tanto, la Autoridad de Desarrollo de Carreteras ha nombrado una comisión de expertos de tres miembros para investigar el derrumbe de la viga. "La información recabada hasta ahora por los dos equipos no ha sido concluyente".