Belt and Road, Xi Jinping responde a las críticas de EEUU y Europa
En el Fórum de Beijing, el presidente promete una mayor cooperación con los países del mundo, sin devaluar el yuan, defendiendo el copyright, ampliando los sectores para las inversiones de compañìas extranjeras. Están presentes 37 lìderes mundiales y cientos de representantes de compañìas multilaterales. Elogio del multilateralismo.
Beijing (AsiaNews) – En el discurso pronunciado esta mañana en el segundo Fórum de la Belt and Road Initiative (BRI), que se está llevando a cabo desde ayer en la capital china, aún sin nombrar a los EEUU y a Europa, el presidente Xi Jinping respondió a sus críticas con algunas promesas.
El Proyecto BRI, también conocido como la Nueva Ruta de la Seda, es un intento de involucrar a la mayor cantidad de países posible en la construcción y en el uso de vías de comunicación y comercio, junto a infraestructuras, con financiamientos de hasta 1000 millardos de dólares estadounidenses, en su mayor parte aportados por China. En el Fórum, que se extenderá hasta mañana, están presentes líderes de 37 países y decenas de representantes de empresas. Los Estados Unidos no han enviado a ningún representante. Entre las personalidades más renombradas se cuentan el presidente ruso Vladimir Putin y el premier italiano Giuseppe Conte. Italia ha sido la primera nación del G7 en adherirse al programa.
Sin embargo, el BRI genera muchas preocupaciones en los países occidentales. La iniciativa es vista como una intento chino de dominio global, orientado a obtener ventajas que sean redituables solo para China. Otros países, como Sri Lanka, Pakistán y las Filipinas ven el proyecto como una “trampa de la deuda”, en la cual las naciones sucumben a los préstamos chinos.
En su discurso, Xi subrayó muchas veces que el proyecto pretende realizar un “co-desarrollo” con las distintas naciones. En este sentido, él prometió que no devaluará el yuan -una medida que facilita las exportaciones chinas- y que fortalecerá la cooperación con la comunidad internacional para proteger la propiedad intelectual. El mandatario aseveró que China jamás obligará a hacer una transferencia forzada de tecnologías y que protegerá marcas y secretos comerciales, combatiendo el hurto de copyright.
Estas promesas se dirigen fundamentalmente a los Estados Unidos, que desde hace más de un año libran contra Beijing una guerra comercial para tener garantías precisamente sobre estos puntos.
Casi en respuesta a las dificultades y reclamos planteados por la Unión Europea, Xi también dijo que China expandirá el acceso a su mercado y que permitirá la presencia de compañías extranjeras en muchos más sectores comerciales, incluso de modo independiente (sin la obligación de establecer joint-ventures con compañías chinas).
Para Xi, la BRI no es un “club exclusivo” y tampoco es funcional a los intereses de China exclusivamente, sino que exalta el multilateralismo.