Beirut pide la intervención de EE.UU. en la disputa con Israel por las fronteras marítimas

de Fady Noun

Actualizó la disputa el ingreso en el área de la plataforma Energean Power, que comenzará las operaciones de exploración de gas por cuenta de los israelíes. Se espera que el enviado estadounidense Amos Hochstein llegue la próxima semana. En el tema de las fronteras, Hezbolá deja el campo libre al Estado. Están en juego las respectivas zonas económicas exclusivas.

Beirut (AsiaNews) - Permaneció latente durante meses, relegada por los grandes temas regionales, pero la disputa sobre la demarcación de la frontera marítima entre Líbano e Israel - objeto de negociaciones indirectas bajo la égida de la ONU y Estados Unidos- ha vuelto a estallar con fuerza. El desencadenante fue la llegada a la zona del buque plataforma Energean Power, que debería comenzar la extracción de gas en el yacimiento de Karish por cuenta de Israel. En principio, se espera que la plataforma comience a operar a partir del tercer trimestre de 2022.

Las autoridades libanesas convocaron rápidamente a Beirut al enviado estadounidense Amos Hochstein, responsable de conducir las negociaciones, y se espera su llegada a principios de la próxima semana. Según fuentes estadounidenses consultadas por la prensa, Hochstein había suspendido las negociaciones en octubre del año pasado considerando que la parte libanesa todavía no se había definido sobre la delimitación de las respectivas zonas económicas exclusivas (ZEE) de Líbano e Israel.

Cuando faltan pocos días para que llegue Hochstein, el expediente sobre la delimitación de las ZEE presenta el siguiente panorama: línea 1, que beneficia totalmente a Israel y que es fruto de un error de cálculo que se remonta a principios de los 2000 (línea que está totalmente abandonada) ; la línea 23, adoptada oficialmente en 2011 por el gobierno de Mikati, tras la aprobación de un decreto (el 6433), que otorga a Líbano 860 km2 más que la versión 1, pero que al mismo tiempo es impugnada por Israel; luego está la línea de Hoff, que toma su nombre del negociador estadounidense, la cual otorga a Líbano el 60% de los 860 kilómetros cuadrados que se encuentran dentro del área disputada por Israel; por último, la línea 29, prevista en 2022, que asigna al Líbano 1.430 km2, en lugar de los 860 km2 de la línea 23.

Una fuente cercana a la presidencia de la República en Baabda informa que “el Líbano ha avanzado en el expediente, dejando de lado la línea 23, pero todavía no ha reconocido oficialmente la línea 29”, actitud que le vale duras críticas de sus adversarios. Este reconocimiento pasa de hecho por una modificación del decreto 6433 y remitir la decisión a las Naciones Unidas. Hasta el momento el Líbano no ha firmado esa enmienda, limitándose a enviar una carta oficial al Consejo de Seguridad de la ONU al respecto y ese enfoque, en términos de derecho, no es suficiente a los ojos de las Naciones Unidas. En Baabda cada vez resulta más evidente que las reivindicaciones relativas a una parte del yacimiento de Karich, mediante la adopción de la línea 29, pondrían al Líbano en una posición de confrontación directa con Israel y acabarían paralizando las negociaciones por tiempo indefinido. Todo ello confiando además que el Líbano pueda contar con sus propios recursos de gas para salir del impasse financiero en el que se encuentra sumido.

Ante el hecho consumado de la llegada de la plataforma, el jefe de Estado y el primer ministro en ejercicio tomaron la iniciativa e hicieron saber por medio de un comunicado conjunto que todos los trabajos “de exploración, perforación o extracción realizados por Israel en las zonas en disputa constituyen una provocación y un acto de agresión”. Sin embargo, la "tendencia", explica a L'Orient-Le Jour (LOJ) la periodista Scarlett Haddad, cercana a Baabda, "es dar prioridad a las conversaciones y, por primera vez, todas las partes las reclaman".

"Cuando se dirigía al lugar del yacimiento de gas de Karich, reivindicado por Israel, el buque Energean Power no se acercó en ningún momento a la línea 29 que los libaneses reclaman como límite sur de su zona exclusiva”. La periodista revela también que los responsables de la embarcación se preocuparon de “hacerlo saber con mucha discreción a las autoridades libanesas a través de canales confidenciales”. “Del mismo modo -añade- el principal socio de la empresa propietaria de la nave, la estadounidense Halliburton, ha iniciado contactos para evitar cualquier posibilidad de enfrentamiento (y choque) entre Líbano e Israel”.

Por su parte, Hezbolá ha hecho saber a través de numerosos canales públicos y privados que se mantiene en segundo plano, dejando que el Estado libanés tome la iniciativa en este asunto, sigue diciendo la fuente. Porque es responsabilidad exclusiva del estado delimitar las fronteras del país y solo cuando estas líneas estén trazadas el partido chiíta considerará que es "su deber" proteger las fronteras. Pero hasta entonces, no tiene la intención de expresar ninguna opinión o posición sobre este asunto, ni se propone participar en negociaciones indirectas entre el Líbano e Israel.

Una fuente independiente afirma que la cuestión de los recursos energéticos y los yacimientos de gas en Oriente Medio está destinado a convertirse en un tema dramático, en un momento histórico marcado por la guerra en Ucrania y las necesidades energéticas, especialmente de Europa. “Las perspectivas -dicen los expertos- son favorables para una explotación pacífica del gas”. Por su parte, la ministra de Energía israelí, Karin Elharrar, entrevistada por la agencia Reuters, señaló hace pocos días que las afirmaciones libanesas están “muy alejadas de la realidad de los hechos”. Y cuando le preguntaron sobre la perspectiva de una posible escalada, Karin Elharrar dijo: “Esa no es nuestra intención. En realidad, la brecha (entre la retórica y la realidad) es tal que no creo que terminen pasando a la acción. Israel -añadió- se está preparando (e) insto a todos a que no intenten sorprender a Israel "con movidas precipitadas".

Como telón de fondo se encuentra Estados Unidos, que por ahora se ha negado a hacer comentarios oficiales sobre la situación inmediata y se mantiene entre bastidores.

(En la foto el buque Energean cruzando el Canal de Suez)