Beirut, un encuentro islámico-cristiano para relanzar el diálogo y la lucha al fundamentalismo
Sobre el tema: “El Líbano nos une”, la embajada saudita en Beirut promovió un encuentro interreligioso. Una iniciativa dirigida también para “disipar” las “nubes” que han ofuscado las relaciones entre Líbano y Riad. Muftí sunita: promover el vivir común entre cristianos y musulmanes. Ausente la representación chií, en polémica contra los ataques sauditas a Hezbollah.
Beirut (AsiaNews)- Sobre el tema: “El Líbano nos une”, el encargado de negocios de la embajada saudita en Líbano, Walid Boukhari promovió ayer un encuentro interreligioso nacional en la sede de la representación dip0lomática en Yazré. Objetivo del encuentro, el de “disipar la nubes que recientemente se juntaron en el cielo de las relaciones libanesa-saudita. Se trata de una prolongación del proceso de acercamiento suscitado en la reciente visita oficial del presidente Michel Aoun en enero, en el contexto de las relaciones entre Beirut y Riad.
El encuentro se coloca en el cuadro de reequilibrio en acto en las relaciones diplomáticas entre Líbano y Arabia Saudita, después de un largo período de hielo debido al rechazo puesto por Beirut en seguir la línea dura contra Hezbollah, clasificado como una “organización terrorista”. Una posición inaceptable para los dirigentes del país de los Cedros, dado que el movimiento combatiente representa una larga parte de la comunidad chií en Líbano y está también representado en el gobierno y en el Parlamento.
La reunión se realizó en presencia del muftí de la República, jeque Abdel Latif Derian, del líder druso Naïm Hassan, de un representante del patriarcado maronita, el arzobispo de Beirut, Mons. Boulos Matar y por representantes de las diversas comunidades religiosas. También participaron los miembros de la Comisión nacional para el diálogo islámico-cristiano, Harés Chéhab y Mohammad Sammak y el nuncio apostólico, Mons. Gabriele Caccia.
Al contrario, la comunidad chií no estaba presente en el encuentro porque el propio representante, el jeque Abdel Amir Kabalan, vice-presidente del Consejo superior chií, declinó la invitación a último momento, aduciendo motivos de salud. Fuentes diplomáticas han explicado que el hijo, jeque Ahmad Kabalan, muftí jaafarita, habría debido presenciar en su lugar pero “compromisos de último momento” bloquearon la participación.
Todo esto hace pensar que las autoridades chiíes, contrarias a Arabia Saudita, quisieron mantenerse a propósito lejos del encuentro.
Para garantizar una mayor solemnidad al evento, la parte saudita estaba representada por Mohammad el-Issa, secretario general de la Organización de la conferencia islámica (OIC) y por Faycal Ben Moammar, secretario general del Centro mundial del rey Abdallah para el diálogo interreligioso en Viena. Tomando la palabra al inicio de la reunión, Boukhari precisó que esta se coloca en el contexto de las iniciativas dirigidas en favorecer el diálogo interreligioso e intercultural iniciadas por el rey Abdullah durante el congreso mundial para el diálogo interreligioso de julio de 2008, en Madrid. “El congreso-agregó- tenía como objetivo el de oponer la fe a la visión atea, la virtud al vicio, la justicia a la opresión, la paz a los conflictos y a las guerras, la hermandad humana al racismo”. Y gracias a este congreso, precisó el diplomático, que la monarquía saudita fundó “el centro para el diálogo en la capital austríaca”.
El rey se había comprometido en esta conferencia, en el contexto de un “diálogo constructivo” entre el islam y las otras grandes religiones “en el momento de su inauguración”. “Todos nosotros-agregó el monarca en la ocasión- creemos en un Dios único y nos reunimos hoy aquí para decir que las religiones deben ser un medio para allanar las diferencias y no para fomentar divisiones o controversias”. Hoy también aquí, en el corazón de Líbano, concluyó Walid Boukhari, este encuentro quiere significar en la historia que en este Oriente “nosotros vivimos bajo un cielo representado por anuncios divinos”.
Por su parte, el muftí, Abdel Latif Deriane, poniendo una neta distancia del extremismo, quiso también él reafirmar la afiliación árabe del islam que profesa y defiende, en contraposición a una lectura “persiana” de la fe musulmana, sinónimo de la hegemonía iraní. Además subrayó la “necesidad de estos encuentros entre los jefes de las comunidades en estas circunstancias difíciles que se refieren a un Oriente lleno de desafíos lanzados a las religiones y a la identidad árabe”. “Preservemos la solidaridad, el vivir juntos entre cristianos y musulmanes- agregó el muftí de la República-y no permitiremos el desarrollo en Líbano de un ambiente favorable a la intolerancia y al extremismo”. Una referencia ni siquiera demasiado velado a cuanto sucedió en los días pasados, cuando un kamikaze fue arrestado mientras estaba a punto de accionar la cintura explosiva en un café al modo de rue Hamra, en Beirut. “Líbano no puede no estar que junto a Arabia Saudita y a los Estados que forman parte del Consejo de cooperación del Golfo” concluyó el muftí, que representan “en lo profundo” el alma árabe del pueblo libanés y a los cuales “Líbano se aferra con fuerza”.
En su intervención, Mons. Boulos Matar, representante del patriarcado maronita, subrayó que cristianos y musulmanes forman “la mitad de los habitantes del planeta”. En este contexto, la hermandad y el respeto recíproco “deseado por Dios”, pueden ser el viático para garantizar la paz “en todo el mundo”. Nos hemos modelado en el encuentro sucedido en el curso de los siglos, recordó el prelado y de esto “estamos orgullosos”. “Sabemos perfectamente-agregó- cuál es el verdadero islam y vosotros sabéis cuál es la verdadera esencia del cristianismo”. En nuestros corazones y en nuestras mentes “la imagen del islam es blanca”, porque la fe musulmana “es en el fondo un humanismo y una apertura sobre todo. El islam no acepta el extremismo que tiene en otros lados su fuente, no ciertamente en la religión y que desaparecerá así como apareció”.
17/12/2016 13:14
22/03/2017 13:04