Beirut: familiares de las víctimas del 4 de agosto visitan al Papa por la justicia y la paz en Líbano

de Fady Noun

Una delegación de familiares de los fallecidos en la explosión del puerto ha recibido esta mañana en audiencia privada a Francisco. La cercanía del pontífice en la lucha contra la impunidad y los obstáculos a la investigación. A continuación ha tenido lugar una misa celebrada por el Secretario de Estado Card. Parolin. Un encuentro que sigue a una jornada de tensión (y guerra) entre Israel y Hezbolá. Nasrallah: cruzadas «todas las líneas rojas».

Beirut (AsiaNews) - En ocasión del cuarto aniversario (que acaba de cumplirse) de la devastadora explosión de 2750 toneladas de nitrato de amonio en el puerto de Beirut, el 4 de agosto de 2020, una delegación de familiares de las víctimas es recibida hoy, 26 de agosto, en audiencia privada por el Papa Francisco en el Vaticano. Un acontecimiento traumático que causó una profunda herida en la población libanesa, con sus 235 víctimas, miles de heridos y la destrucción de barrios enteros de la capital, y cuyos familiares -y activistas- han pedido todos estos años, y hasta ahora en vano, justicia y verdad sobre el incidente. «Esta es ante todo una visita de acción de gracias», confía a AsiaNews, en vísperas de su partida, el doctor Nazih el-Adem, cuya hija, Krystel, murió a causa de la deflagración en la flor de su vida. «Cada año, en la fecha de la tragedia, durante la oración del Ángelus, el pontífice -continúa- recuerda este crimen y pide que la justicia siga su curso; no podemos sino agradecérselo personalmente».

El Dr. Adem se dirigirá al Papa en nombre de toda la delegación. Insistirá en la necesidad de que la clase política, responsable directa o al menos negligente de la catástrofe, deje de obstaculizar la investigación de la explosión. Se han presentado una veintena de objeciones formales contra el juez de instrucción Tarek Bitar para impedirle llevar a cabo la investigación, que incluye interrogar a ministros, ex ministros y altos funcionarios que también son miembros o estrechos colaboradores del tándem chií Amal-Hezbolá.

Lucha contra la impunidad

«Luchamos contra la impunidad», afirma la abogada Cécile Roukoz, también miembro de la delegación que esta mañana recibe al pontífice y cuyo hermano Joseph, padre de familia, murió a causa de la explosión cuando se encontraba en su despacho del puerto. «Estamos abriendo nuestros corazones y contando la tragedia al Papa Francisco y al Vaticano, porque son la máxima autoridad moral del mundo, para pedir -explica- que la impunidad no se anteponga a la ley».

Para el Dr. Nazih el-Adem, no se puede descartar que, desesperado, el comité de padres de las víctimas decida recurrir a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para establecer la verdad y obtener justicia. Tras la audiencia privada, la delegación asistirá a una misa en sufragio de las víctimas de la explosión celebrada por el Secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, tras la cual serán recibidos para un encuentro personal.

La delegación está formada por unas 20 personas e irá acompañada por algunas personalidades eclesiásticas de la comunidad cristiana libanesa. Entre ellos estará uno de sus portavoces más convencidos, William Noun, hermano del bombero Joe Noun. Junto con varios de sus compañeros, tuvo que luchar contra el incendio que se declaró en el interior del cobertizo donde se almacenaba el nitrato. En homenaje a su sacrificio y como testimonio de solidaridad, una delegación de bomberos de Roma participará en la misa oficiada por el cardenal. El Nuncio Apostólico en Líbano, Mons. Paolo Borgia, también estará presente en la audiencia y encabezará la delegación en el encuentro con el Card. Parolin.

Según fuentes de AsiaNews que han obtenido más de una respuesta, la visita y la audiencia tienen una dimensión exclusivamente pastoral y pretenden mostrar a las personas afectadas por la tragedia el apoyo espiritual del Papa. Sin embargo, es igualmente evidente que la audiencia papal dará mayor visibilidad a la causa de los familiares de las víctimas, que luchan contra la impunidad y el silencio generalizado de la clase dirigente y de una parte de la magistratura libanesa. Sabemos que desde 2021 el Papa Francisco no ha dejado de recordar al mundo la causa de los familiares de las víctimas de la explosión. Durante el rezo del Ángelus del 4 de agosto, el pontífice dijo con renovado vigor: «¡También hoy el pueblo libanés sufre tanto! Pienso en particular en las familias de las víctimas de la explosión en el puerto de Beirut. Espero que se haga pronto justicia y verdad».

El ataque de Israel

La audiencia privada tiene lugar en un contexto regional difícil, por no decir explosivo, sobre todo tras el bombardeo de Tel Aviv por Hezbolá en respuesta al asesinato, el 30 de julio, de uno de sus jefes militares, Fouad Chokr. El alto dirigente del movimiento proiraní libanés fue alcanzado por un misil teledirigido dirigido contra su domicilio en Haret Hreik, en la periferia sur de Beirut.

Este ataque fue considerado por Hezbolá como una violación de las reglas de enfrentamiento tácitas acordadas con Israel: excluyen específicamente el bombardeo de zonas residenciales civiles y confinan el intercambio de disparos a una profundidad de 10-12 km a cada lado de la «Línea Azul», que sirve de frontera entre Líbano e Israel.

El estado de alerta declarado ayer en el País de los Cedros durante el ataque preventivo de Israel y la respuesta militar de Hezbolá -con el lanzamiento de cientos de cohetes- se levantó pocas horas después del encarnizado tiroteo entre ambos bandos. El impacto de la operación de Hezbolá fue contenido -y minimizado- por las autoridades militares israelíes, que respondieron jugando por adelantado con bombardeos masivos de represalia contra Líbano. Al comentar la operación, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habló de un «paso más» para «cambiar» la situación en el frente norte del conflicto. A última hora de la tarde llegó la respuesta del líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah, que acusó a Israel de cruzar «todas las líneas rojas» y de ser «el único responsable de la escalada», prometiendo finalmente una nueva respuesta.