Beijing y Moscú hacia una 'cuasi alianza' militar
Una respuesta a la "doble contención" de Estados Unidos y sus aliados. Los chinos y rusos aumentarán los ejercicios estratégicos y patrullas conjuntas en la región de Asia-Pacífico. Experto Alexey Muraviev: no se puede hablar de una "alianza de facto". Quedan excluidas por el momento las operaciones combinadas en el Mar de China Meridional. Sin embargo, el Kremlin no vende sus submarinos a Beijing.
Beijing (AsiaNews) - China y Rusia ampliarán su cooperación militar con ejercicios estratégicos y patrullajes conjuntos en la región de Asia-Pacífico, incluyendo el Mar de Japón y el Mar de China Oriental. El acuerdo se firmó hace pocos días y según varios analistas transforma las relaciones entre ambos países en una "alianza de facto". Un paso significativo para los chinos, que siempre han seguido una política diplomática de "no alianzas".
Para contrarrestar la presión de Estados Unidos y sus aliados, en los últimos tiempos Beijing y Moscú han intensificado la colaboración política, económica y militar. Un ejemplo es el reciente acuerdo para explotar en forma conjunta yacimientos de carbón en territorio ruso. Lejos de los tiempos de la Unión Soviética, la relación ahora está desequilibrada a favor de los chinos. Una superpotencia nuclear con la estructura económica de un país del tercer mundo, Rusia parece resignada a aceptar un papel subordinado de exportador de materias primas al régimen de Xi Jinping.
Alexey Muraviev, profesor de estudios estratégicos y seguridad en la Universidad Curtin de Perth (Australia), no llega a hablar de una alianza de facto entre Moscú y Beijing; prefiere describir el estado actual de las relaciones político-militares entre Rusia y China como una "cuasi alianza". En declaraciones a AsiaNews, Muraviev explicó que el fortalecimiento del tándem chino-ruso podría convertirse en las próximas décadas en "un factor importante que influirá en el escenario geopolítico y geoestratégico del Indo-Pacífico".
El experto considera que la condición de "cuasi aliados" entre el Kremlin y el gigante chino nace de la convergencia de intereses geopolíticos y estratégico-militares. En efecto, los dos gobiernos autoritarios tienen interés en evitar la "doble contención" de Washington. Sin embargo, Muraviev no cree que rusos y chinos se comprometan a realizar patrullajes aéreos y navales conjuntos en las aguas en disputa del Mar de China Meridional, que Beijing reclama en casi un 90%.
"Por el momento, las actividades combinadas chino-rusas se limitarán a zonas del Pacífico occidental, con despliegues aéreos y navales regulares", afirma Muraviev. El académico no descarta que estas operaciones puedan desplazarse más al sur, hacia los alrededores de Guam (donde Estados Unidos tiene una fortaleza militar) y aún hasta el Océano Índico.
"Los rusos están expresando cautela sobre la posibilidad de apoyar las actividades de China en el Mar de China Meridional", dice Muraviev. Señala que las dos armadas no han realizado ejercicios en la región desde 2016. "Sin embargo, si Moscú y Beijing deciden desafiar el pacto de Aukus - señala el profesor de la Curtin University - el Mar de China Meridional podría convertirse en un área de competencia geoestratégica".
Aukus es el acuerdo trilateral entre Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia que permitirá a Canberra construir submarinos de propulsión nuclear para su flota utilizando tecnología y know-how estadounidenses. Muchos lo consideran una nueva herramienta para contener el ascenso geopolítico de China y podría dejar al descubierto los límites de la colaboración entre Moscú y Beijing. A diferencia de Estados Unidos con Australia, el Kremlin se muestra reacio a vender sus mejores submarinos (nucleares) a los chinos, que tienen modelos más "ruidosos" y menos avanzados que los rusos y estadounidenses.
16/09/2021 14:52
23/12/2021 16:14