Beijing destraba importaciones de sorgo y propone recorte de 200 millardos en el comercio con EEUU

Se aplaca la tensión en la guerra de aranceles. Es decisiva la visita a Washington de Liu He, el consejero económico de Xi Jinping.

Washington (AsiaNews/Agencias) – Con una jugada sorpresiva, esta semana China ha cancelado las verificaciones anti-dumping sobre el sorgo proveniente de los EEUU, que podrían haber bloqueado la importación. Prácticamente en simultáneo, anoche, China ofreció efectuar un recorte de 200 millardos de dólares sobre su superávit comercial con los EEUU. Los Estados Unidos sufren de un déficit comercial de 375 millardos de dólares (cifra del 2017).

En febrero pasado, Beijing había amenazado con aplicar aranceles sobre el sorgo, a modo de represalia por los gravámenes que Washington quería implementar sobre numerosos productos chinos, por acusarlos, a su vez, de dumping (recibir ayudas del Estado para rebajar los precios). En el día de hoy, el ministerio de Comercio de Beijing declaró que las sanciones sobre los granos perjudicarían a los criadores chinos. El sorgo es utilizado, fundamentalmente, como forraje para alimentar el ganado.

Estas señales, que dan cuenta de una reducción de la tensión entre China y los EEUU, parecen alejar las amenazas recíprocas de una guerra de aranceles.

Los EEUU hace tiempo que vienen solicitando una reducción del superávit en la balanza comercial con China, acusando a Beijing de sostener sus exportaciones y de robar u obligar a la trasferencia de tecnologías. Por este motivo, el presidente Donald Trump propuso una serie de gravámenes sobre productos chinos que rondarían en total unos 50 millardos de dólares. China habría de responder, como contramedida, imponiendo aranceles sobre los productos americanos.

El aplacamiento del tono por parte de Beijing se da mientras realiza una visita a Washington el vicepresidente chino Liu He (v. foto). Liu es el máximo asesor del presidente Xi Jinping en materia económica. La reducción de 200 millardos en el superávit responde a un pedido de Trump, que deseaba una rebaja de cuando menos 250 millardos de dólares. Sigue pendiente la cuestión de la defensa de la propiedad intelectual y de la transferencia obligada de tecnologías para las industrias estadounidenses que quieran operar en China en el marco de joint-ventures.