Beijing contra los EEUU: el buque de guerra de los EEUU en el Mar Chino es una provocación
Beijing (AsiaNews/Agencias) - Medios y funcionarios chinos han hecho durísimas acusaciones contra los Estados Unidos, que ha autorizado el paso de un buque de guerra por las cercanías de una isla artificial, construida por Beijing, en las aguas del Mar Chino meridional que están bajo disputa. En las ultimas horas, Internet y las redes sociales fueron tomados por asalto por ciudadanos enfurecidos, que piden que se dé una respuesta firme y determinada por parte de China. Fuentes del Ejecutivo y altos referentes del partido comunista definen la movida como "ilegal" y como una amenaza a la "soberanía" del país. La rápida respuesta de la Marina militar de los Estados Unidos fue que no se exluye que "vuelva a hacerlo" en un futuro próximo.
Ayer por la mañana, el buque destructor lanzamisiles USS Lassen habría infrigido el límite de las 12 millas náuticas, que China reivindica como de uso propio y exclusivo, en las inmediaciones de los atolones Subi y Mischief, en el archipiélago de las islas Spratly. Washington confirmó la navegación, subrayando que ella forma parte del programa “Libertad de navegación” en los mares de la región Asia-Pacífica. Y no excluyó el envío de otras naves a la zona en un futuro próximo. Un desafío abierto a las reivindicaciones territoriales de China, quien ya está enfrentada, a raíz de esta cuestión territorial, con Filipinas y Vietnam.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chino convocó al embajador estadounidense a Beijing para protestar ante él por el hecho. Lu Kang, vocero del ministerio, afirma que el Ejecutivo “reponderá en forma resuelta contra acciones de índole provocatorio cometidas por cualquier nación que sea”. Y agrega que la nave incriminada fue "monitoreada y advertida" mientras hacía si ingreso en las aguas de la disputa.
Entre las voces críticas, dentro del panorama de los medios chinos, en primera fila está el Global Times, órgano de prensa (en idioma inglés) del Partido Comunista. Una editorial habla de "obvias provocaciones" del Pentágono hacia China. Los internautas chinos solicitan respuestas durísimas de parte de las autoridades, al frente de un gobierno que puede hacer alarde del más imponente ejército del mundo. Un comentador del popular sitio de microblogging Sina Weibo afirma que los americanos “están en el umbral de nuestra casa. Denunciar nuevamente es inútil”.
Sin embargo, el gobierno estadounidense no parece muy dispuesto a dar marcha atrás y anuncia nuevas misiones en el área, sin hacer caso de las amenazas chinas. El Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Ash Carter, subraya que “volaremos, navegaremos y operaremos donde sea que las leyes inetrnacionales lo permitan”. El vocero del Departamento, Bill Urban, agregó que “los Estados Unidos están llevando a cabo operaciones de rutina en el Mar Chino meridional, de acuerdo con las leyes internacionales”. Y un funcionario de gobierno, tras el anonimato, asegura: “Lo volveremos a hacer”.
La construcción de pistas de aterrizaje y de atolones artificiales en las áreas disputadas por parte de China es una ulterior confirmación de la política "imperialista" de Beijing en la región, que ha registrado una creciente aceleración en los últimos dos años. Tanto para los Estados Unidos como para Filipinas las nuevas islas representan una amenaza en la región, y ya en el pasado Washington aclaró que no excluía la navegación de sus naves dentro de la zona reivindicada por China como de uso exclusivo, agudizando aun más las fuertes tensiones en el área.
Desde hace tiempo que Hanoi y Manila -quienes ante todo, promovieron una causa internacional en el tribunal de la ONU, que se inició a principios de julio y no tiene valor vinculante- vienen manifestando una creciente preocupación por "el imperialismo" de Beijing en los mares meridional y oriental. El gobierno chino reclama una porción consistente de océano, que comprende las islas Spratly y las Paracel, en disputa con Vietnam, Taiwan, Filipinas, Brunei y Malasia (casi el 85% del territorio total). Apoyando a los países del Sudeste asiático están los Estados Unidos, que han juzgado "ilegal" e "irracional" la llamada "lengua de buey" usada por Beijing para demarcar el territorio, llegando a comprender casi el 80% de los 3,5 millones de km2.
La hegemonía reviste un carácter estratégico para la explotación del petróleo y del gas natural del lecho marino, en un área de la región Asia-Pacífica que posee un elevado interés económico, geopolítico y comercial, y que puede llegar a abarcar un valor de al menos 5 billones de dólares.
03/11/2015
04/11/2015