Beijing, desalojaron y dejaron sin sede a la comunidad protestante de la Iglesia de Sion
La iglesia doméstica, no reconocida por el gobierno, había firmado un contrato de alquiler por 5 años, que fue abruptamente interrumpido. Con la nueva normativa sobre las actividades religiosas, quien ofrezca un lugar para llevar a cabo actividades religiosas no registradas, arriesga la expropiación del inmueble. Clausuraron otros seis centros menores de la comunidad. Además de la de Beijing, suprimieron las comunidades de Guangzhou, Shenzhen, Chengdu, Lanzhou, Xuzhou y de otras ciudades. “¿Una nueva herramienta para someter a las Iglesias?”
Beijing (AsiaNews) – La Iglesia de Sion, una de las comunidades protestantes más importantes de la capital, hace días fue desalojada de la sede que ocupaba legalmente a través de un contrato de alquiler. Además, en los últimos meses clausuraron otros seis centros satelitales de la comunidad y bloquearon su cuenta de Wechat (el Whatsapp chino). Previo a la expulsión, a la comunidad se le ordenó colocar cámaras de seguridad para vigilar el lugar. Ante su negativa, cortaron el suministro de agua y electricidad por un breve período.
Las dificultades que ha estado viviendo la Iglesia de Sion son relatadas en un largo artículo publicado hace dos días en “ChinaSource”. El título de la nota es “¿Una nueva herramienta para someter a las Iglesias?”.
Todas las semanas, la Iglesia de Sion congrega a 1500 fieles para los servicios dominicales. Es una de las iglesias domésticas más numerosas e importantes de Beijing, y a ella asisten personas de diversas extracciones, incluso gente de clase media-alta. Pese a las reiteradas solicitudes de registro presentadas por la comunidad, el gobierno no la reconoce, y pretende que ésta se pliegue al Movimiento de las Tres Autonomías, la iglesia protestante oficial, en la cual confluyen cantidad de denominaciones. La gran mayoría de los protestantes se niega a ingresar, porque consideran que está demasiado comprometido con el poder político.
Para sortear estos problemas, la Iglesia de Sion constituyó una asociación cultural, Beijing Jianweitang Culture Co., Ltd, que ha podido firmar un contrato, válido por 5 años, para alquilar una propiedad ubicada en la Longbaochen Commercial Mansion, en el barrio de Chaoyang. En un inicio, el propietario había instado a la comunidad para que alquilase todo el piso por un plazo de 10 años. Pero luego, el 20 de agosto pasado, los miembros de la comunidad recibieron el aviso de que el contrato había caducado, y que debían abandonar el inmueble en los primeros días de septiembre.
Según los testimonios incluidos en el artículo citado, comenzaron a ejercer presiones sobre la comunidad desde el mes de marzo, luego de que comenzara a regir la nueva normativa referida a las actividades religiosas. En la nota se resalta que las reuniones religiosas deben realizarse exclusivamente en lugares registrados y bajo el control del gobierno. Cualquier otra posibilidad es considerada ilegal. Y quien alquile inmuebles para fines religiosos cuyas actividades sean ilícitas, arriesga que su propiedad sea confiscada.
Para los fieles, en estos reglamentos no se tiene en cuenta la experiencia religiosa verdadera. De querer implementar esta normativa a rajatabla, hasta la bendición de la comida realizada en familia, en casa, tendría que ser considerada una “actividad religiosa ilegal”.
“La Iglesia de Sion con sede en Beijing – concluye el artículo – se cuenta entre las Iglesias más numerosas que están sufriendo la persecución que rige en China. Los gobiernos locales de Beijing, Guangzhou, Shenzhen, Chengdu, Lanzhou, Xuzhou y de otras ciudades han tomado medidas para someter y perseguir a las iglesias domésticas locales. Acciones de este tipo se están llevando a cabo en toda la provincia, tanto en Henan como en Jiangxi. Las Iglesias chinas están viviendo una escalada de persecución, como no se veía desde hace 40 años. Estos actos de persecución de cristianos son premeditados y planificados de manera sistemática”.
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