Bangladesh: Lisi Desai, la discapacitada católica que ayuda a cientos de personas que padecen discapacidades (Fotos)
La joven está afectada por una enfermedad muscular degenerativa, que contrajo cuando estudiaba en la universidad. En Bangladesh hay más de un millón de discapacitados, abandonados por las autoridades y por la sociedad. Educar para ser independiente seguros de sí mismos. La Iglesia puede cambiar la mentalidad de los fieles. Los discapacitados son “otro aspecto de la grandeza de Dios”.
Dacca (AsiaNews)- Una joven católica discapacitada ayuda a cientos de personas, que tienen sus mismas dificultades, a superar los desafíos de todos los días y a mejorar las propias condiciones de vida. Se llama Lisi Desai, una parroquiana de la iglesia de Borni (en la diócesis de Rajshahi), licenciada en Lengua Inglesa en una conocida universidad de Dacca. A AsiaNews cuenta que tuvo una infancia feliz, propia de una “niña normal”, hasta que fue atacada por una fuerte fiebre, mientras estudiaba en la universidad. Después de meses de consultas médicas en las que no se llegó a nada, se le diagnostica una rara degeneración muscular incurable. El desaliento inicial es superado por una nueva toma de conciencia: la discapacidad puede ser transformada en un impulso para servir a los demás. Hoy trabaja en una fundación, en Dacca, que defiende los derechos de las personas portadoras de discapacidad, en un país que cuenta con más de un millón de discapacitados. A continuación, transcribimos la entrevista.
Cuéntenos su historia y cómo se convirtió en una persona discapacitada
Nací y crecí como una niña normal (sin limitaciones físicas o mentales), hasta los años de la universidad. Durante la graduación magistral fui atacada por una fuerte fiebre y me volví frágil y débil. Después de la fiebre, me sentía muy cansada, incluso después de un breve paseo, pero igualmente continué con mis estudios y las actividades cotidianas sin mayores dificultades. Al finalizar mis estudios, me sentía todavía más débil y exhausta, porque mi salud se deterioraba con el paso de los días. La mayor parte de las veces rengueaba y tropezaba. En Bangladesh consulté a varios médicos y después seguí diversos tratamientos de ortopedia, neurología, homeopatía, tratamientos a base de hierbas, acupuntura y presión con agujas. Nadie lograba diagnosticar mi problema ni sabía darme soluciones. Después de transcurrir algunos meses en la India, descubrí que se trataba de una enfermedad muscular y que no había una solución médica para el problema. Luego fui a Kerala, para sesiones médicas ayurvédicas, pero nada pudo devolverme la vida que llevaba antes.
Cuando regresé de la India, comencé a trabajar (para una empresa china). En aquel período mis condiciones físicas empeoraron. Perdí fuerza física y equilibrio y no lograba superar la brecha física, psicológica y ambiental. Dejé el trabajo y volví a mi pueblo. Allí fui expuesta a un mundo lleno de malestares, contradicciones, incertidumbre, pesimismo y desencanto. ¡Quedé impresionada al ver cuánto había cambiado la actitud de las personas de mi comunidad en relación a mí! Me sentía mortificada, como un soldado derrotado que ya no tiene más esperanza de vida. Después de haber luchado con mí misma durante mucho tiempo, descubrí nuevas implicaciones. Decidí rechazar las frustraciones e iniciar una nueva vida, teniendo siempre presente el lema “no aflojes nunca”. De este modo la discapacidad transformó mi percepción y mi misión.
Usted ahora trabaja con valentía en favor de los derechos de las personas discapacitadas. ¿Cuál es la situación de estos enfermos en Bangladesh?
En Bangladesh las personas con discapacidad son abandonadas. El comportamiento general de la masa es la de obstaculizar a los discapacitados. En todos lados de la sociedad ellos no son aceptados o incluidos. Su ingreso y participación es limitada. En nuestra época ellos reciben una educación, pero luego las oportunidades de trabajo son realmente escasas.
Respeto a los años pasados, la situación está cambiando. El gobierno introdujo algunas iniciativas para desarrollar las condiciones de los discapacitados. Tenemos leyes y políticas específicas para los portadores de discapacidad. Las Disabled People´s Organizations (DPOS, organizaciones para las personas discapacitadas) están trabajando mucho para asegurar la participación, tanto en los programas gubernamentales como en los privados, un modo de alentar en pos de un cambio de mentalidad y de actitud de la población en general. Para estos objetivos mayores, las autoridades promocionan, organizan seminarios y campañas, realizan actividades que generan ganancias, instruyen a las personas sobre las leyes y las políticas y otras cosas más. La situación está mejorando y los discapacitados tienen más oportunidades y acceso en la sociedad dominante. Estos son escenarios optimistas.
¿En qué modo usted ayuda a los discapacitados, en particular a las mujeres?
Yo trabajo para la DPO “Turning Point Foundation”. Trabajamos para sostener y construir las capacidades de las personas discapacitadas. Soy también responsable de las cuestiones femeninas. Tenemos un programa para el desarrollo del rédito, en el cual las mujeres discapacitadas producen contenedores homeopáticos que tienen un buen mercado. Además trabajamos para incrementar las capacidades de las jóvenes, de tal modo que ellas puedan tener autonomía y poder a la hora de tomar decisiones. De ese modo, las jóvenes podrán conducir una vida digna.
Además de todo esto, llevamos adelante proyectos para promover la salud reproductiva y los derechos familiares de las mujeres discapacitadas. En esta iniciativa se coloca la formación para jóvenes y mujeres con discapacidad para alentar la confianza en sí mismas y el acceso a la vida pública. La formación es dirigida con el patrocinio del programa de movilidad internacional Women´s Institute on Leadership and Development (WILD) de los EEUU, en el cual, este año, yo también participé.
También trabajo para difundir información sobre estudios superiores e intercambios en el exterior, que son útiles para los chicos discapacitados, y sobre todo para las mujeres. Además hemos creado una alianza de organizaciones guiadas por mujeres, para trabajar de una forma manera más sistemática en pos del progreso de las mujeres discapacitadas en Bangladesh.
¿Che tipo de desafíos afronta en el trabajo con los discapacitados?
Los desafíos son numerosos. Hay muchos grupos de interés, y nosotros debemos integrar sus instancias para llegara resultados positivos. Por ejemplo, si queremos asegurar iguales oportunidades, debemos mediar entre las autoridades y los discapacitados. Ante todo, debemos convencer a las autoridades para que creen oportunidades para los discapacitados, y luego preparar a estos últimos para que sepan aprovechar las oportunidades.
Otro problema tiene que ver con el comportamiento de las personas, que no están preparadas para aceptar a discapacitados como colegas. Queremos promover la participación activa, y dar iguales derechos humanos a los discapacitados. Eso a la gente le resulta extraño e inaceptable. Por otro lado, hay calles que son inaccesibles, así como transportes, edificios, burocracia y otros inconvenientes varios.
¿De qué manera puede la Iglesia ayudar a los discapacitados?
Lo más importante que la Iglesia católica y los misioneros pueden cambiar es su propia percepción y la actitud de los fieles en relación los discapacitados. A tal fin, ellos pueden encarar algunas medidas.
[Ante todo] ver y aceptar a los discapacitados como criaturas de Dios. Ellos también forman parte del género humano en su conjunto. Tienen los mismos derechos que todos los demás. Ellos, o sus condiciones, no son el resultado de una equivocación que ellos o sus padres hayan cometido. Sólo son otro aspecto de la grandeza de Dios
No son mero objeto de asistencia, misericordia o consuelo verbal. No basta con ofrecerles algún tipo de ayuda económica para su supervivencia. Necesitan oportunidades, para hacer prosperar sus capacidades y talentos, que son únicos. Ellos quieren ganar por sí mismos los medios de subsistencia, y conducir una vida digna.
Los discapacitados no quieren ser exaltados. Se trata de su vida, y no quieren que ésta empeore por estereotipos o provincialismo. Quieren ser amados y respetados. Juzgadlos no en base a sus discapacidades, sino en base a su personalidad.
En lo que respecta a la educación, necesitamos asegurar que cada niños discapacitado sea admitido en las escuelas misioneras locales. Luego se necesita contar con edificios escolares, aulas, oficias y baños –todo accesibles a todo tipo de estudiantes con discapacidad-, brindar becas de estudio o ayuda financiera para su educación; en algunos casos, emplear a los padres de los niños discapacitados en los institutos misioneros, de modo que ellos puedan ganar lo necesario para vivir.
Al menos una vez por semana, debe preverse una clase en las escuelas misioneras, durante la cual se difunda información sobre los discapacitados. De este modo, los estudiantes podrán ser más colaborativos con los compañeros, y tener distintas perspectivas de vida, ya desde los primeros años de edad.
Es necesario formar a los docentes en las técnicas con las cuales poder interactuar mejor e instruir a los niños con discapacidades. También debe brindarse material educativo idóneo para poder hospedarlos.
Además, se necesita que las instalaciones de las iglesias sean accesibles para las personas con discapacidad, de modo que ellos puedan participar en la misa y en las demás oraciones.
Por último, la Iglesia debiera organizar seminarios o talleres para los fieles, en particular dirigidos a los jóvenes, para volverlos más conscientes de los discapacitados.
¿Cuál es su objetivo profesional?
Mi objetivo es progresar en el sector del desarrollo. Espero desempeñarme en una posición elevada en una organización donde poder adquirir experiencia e influenciar el proceso de toma de decisiones, las políticas y la gestión. Para alcanzar mi objetivo, quiero conseguir una instrucción superior en el exterior.
Además, mi objetivo es mejorar las condiciones de las mujeres discapacitadas en mi país, eliminando todo tipo de discriminación contra ellas, fortaleciéndolas a través de la educación, potenciando sus competencias a nivel profesional. De este modo, ellas podrán ser independientes y contribuir al desarrollo de la comunidad. Así, obteniendo una posición más fuerte, ayudarán a tomar iniciativas, a delinear o influenciar la política para su mejoramiento.
¿Cuál es su sueño?
Mi sueño es surgir como una líder eficaz, para llevar a la sociedad un cambio significativo. Pero también volverme una buena administradora, un recurso dinámico y –lo cual es más importante- una ciudadana del mundo. Imagino una sociedad en la cual hombres y mujeres, prescindiendo de su discapacidad, puedan vivir en un ambiente amable y que contribuyan a alimentar y a hacer prosperar sus talentos y potencialidades. Así, podrán brindar una igual contribución para un desarrollo armonioso y sostenible.
17/12/2016 13:14
01/09/2021 15:28