Bangladesh, otro sacerdote hindú asesinado a golpes de machete
Shaymonada Das, de cuarenta y cinco años, trabajaba en el templo de Rhada Madan Gopal. Fue asesinado mientras preparaba las flores para la oración de la mañana. Su homicidio recuerda los asesinatos sucedidos recientemente en el país, que fueron reivindicados por grupos islámicos. Desde febrero de 2013 ya han sido asesinadas cuarenta personas; de éstas, 12 fueron matadas en las últimas 14 semanas.
Dacca (AsiaNews/Agencias)- Esta mañana, en Bangladesh se consumó el enésimo homicidio contra exponentes de las minorías. Shaymanonda Das, un sacerdote hindú de cuarenta y cinco años, fue asesinado a golpes de machete frente al templo de Radha Madan Gopal, en el distrito de Jhenaidah a unos trescientos kilómetros al sudoeste de la capital. Si bien nadie hasta ahora nadie reivindicó su asesinato, el superintendente de policía local, Sheikh Altaf Hossain, declaró que las modalidades “se asemejan a otros homicidios sucedidos en otras partes del país” donde militantes islámicos han puesto en la mira a las minorías religiosa hindú, budista y cristiana , a bloggers demócratas, activistas LGBT, estudiantes, profesores y extranjeros.
Mahbubur Rahman, jefe de la administración del distrito, narra que el sacerdote hindú “estaba preparando las flores para la oración de la mañana en el templo, cuando tres jóvenes llegaron en una moto, lo atacaron con un machete y huyeron”.
Bangladesh, país de mayoría musulmana con ciento sesenta millones de habitantes, está asistiendo a una impetuosa ola de violencia de matriz islámica. A principios de junio, otro sacerdote hindú del templo de Noldanga, en el distrito de Jhenaidah, fue degollado por malhechores. Dos días antes, un comerciante cristiano fue asesinado cuando volvía de la misa dominical.
Desde febrero de 2013 ya suman más de cuarenta los homicidios de este tipo, todos reconducibles a terroristas islámicos. Doce de las víctimas fueron asesinadas en las últimas catorce semanas.
El Estado islámico reivindicó la responsabilidad de muchas agresiones, pero el gobierno del Premier Sheikh Hasina niega la presencia de grupos radicales sunitas en el país, y afirma la proveniencia nacional de los ataques.
Algunos analistas consideran que detrás de los homicidios de líderes religiosos de la minoría hindú están el intento de alentar el éxodo de la población hindú hacia la India, y la voluntad de generar desacuerdos entre el gobierno de Dacca y de Delhi, en un momento histórico, en el que las relaciones entre ambos países están en su máximo nivel.