Bangladés, los estudiantes paralizan el país: hay demasiadas muertes en las calles
Las protestan se llevan adelante desde hace días, tras la muerte de dos estudiantes en la capital. Las víctimas fueron atropelladas por un conductor que no poseía un registro legal para conducir. En los primeros meses del 2018, se registraron cerca d 3.000 muertes en accidentes viales. En todo el país hay 3,2 medios de transporte y 2,5 millones de conductores con vehículo patentado.
Daca (AsiaNews) – Miles de estudiantes bloquean las calles en varias ciudades de Bangladés, y protestan contra la inseguridad que impera en las calles y contra la imprudencia de los conductores, que causan cientos de muertes por año. Las protestas se iniciaron esta semana en Daca, y se difundieron velozmente en varios distritos. En las últimas horas, en algunas zonas se han registrado episodios de violencia y actos de vandalismo.
El desencadenante de las manifestaciones fue la muerte de dos estudiantes, que fueron atropellados en la capital bangladesí por un chofer de autobús sin habilitación legal. Los dos jóvenes muertos antes de tiempo y todas las víctimas de las calles –es la queja de sus compañeros- merecen justicia.
Los dos chicos que murieron atropellados se llamaban Diya Khanam Mim y Abdul Karim Rajib, y asistían a la 12va clase en el Shaheed Ramiz Uddin Cantonment College. Rafiq Islam, alumno de la Uttara University, cuenta a AsiaNews que el 29 de julio pasado ellos “fueron atropellados de lleno mientras se encontraban en la plataforma, esperando el autobús. El conductor trabajaba de manera ilegal [como chofer], dado que no tenía una licencia de conducir regular. Hemos cortado las calles y protestamos armados con carteles, a la vez que controlamos las patentes de todos los conductores”.
Fuentes del gobierno informan que en Bangladés se registran miles de accidentes por año. En lo que va del 2018, ya se cuentan 3.000 víctimas por accidentes viales. Los siniestros son provocados, en su mayor parte, por la imprudencia de los conductores, por maniobras repentinas de choferes del transporte público y de bici-taxis, por las carreras de automovilistas y por la falta de atención de los peatones. A estos motivos, se suma la incompetencia de los conductores ilegales; en el país hay 3,2 millones de medios de transporte registrados, y 2,5 millones de conductores con vehículos patentados.
En Daca, se volcaron a las calles cientos de alumnos del Notre Dame College, un instituto católico que figura entre los mejores del país. Los jóvenes cortaron durante casi tres horas el cruce de Shapla Chattor, situado en el corazón del centro financiero de la ciudad. Shuvo Rahaman, uno de los participantes, afirma: “Queremos calles seguras, y poder volver a casa después de la escuela sin tener que correr peligro. Si el gobierno realmente se ocupase del tema, esto se resolvería. Las autoridades deben tomar medidas contra aquellos conductores que no posean licencia, o contra los que son menores de edad”.
El tono se enardeció a raíz de la actitud mostrada por Shajahan Khan, ministro de Transporte marítimo y presidente de la Bangladesh Road Transport Workers’ Federation, la mayor organización sindical de los camioneros y transportistas. Frente a los periodistas que lo entrevistaban a raíz del accidente, él respondió con una sonrisa y afirmó que “hace algunos días, en la India murieron 33 personas, pero nadie se queja por ello”. La frase encendió la polémica; para calmar a los manifestantes intervino la premier Sheikh Hasina, quien condenó el exabrupto del ministro de su gobierno.
